Las empresas de todo el mundo aumentarán su inversión en tecnologías de la información (TI) en 2025: un 9,8% más que el año pasado, según las últimas previsiones de Gartner. Sin embargo, según mi experiencia, demasiadas empresas están dispuestas a invertir en esas nuevas tecnologías tan de moda, solo para preguntarse después por qué no lograron el impacto esperado en sus negocios.
Es un fenómeno tan universal que Gartner le ha dado un nombre: el ‘valle de la desilusión‘, el periodo posterior a la introducción de una tecnología en el que la gente se da cuenta de que no es tan potente como se anunciaba. Pero, ¿cuál es exactamente el problema? ¿La propia tecnología? ¿O la estrategia empresarial que se está desarrollando en torno a ella?
La mayoría de los fallos tecnológicos se solucionan solos con suficiente formación y ajustes. Sin embargo, los verdaderos fracasos se producen cuando no se comprende claramente cómo puede beneficiar a la empresa una nueva tecnología. He aquí algunas preguntas a tener en cuenta a la hora de presupuestar nuevos motores de software e inteligencia artificial.
1/ ¿Cumplimos las normas de ciberseguridad que nos permitirían expandirnos a nuevos mercados verticales?
¿Sabías que el cumplimiento de las normas de ciberseguridad puede ser un gran motor de ventas? Muchos sectores exigen ahora a sus proveedores que operen con las mismas normas de ciberseguridad que ellos. Si quieres optar a tu última solicitud de propuesta (RFP) o incluso entrar por la puerta, tendrás que cumplirlas.
La lista es interminable. Así que pregúntate: ¿Qué inversiones en TI nos brindarían oportunidades de acercarnos a nuevos clientes? Si utilizamos estas credenciales de ciberseguridad mejoradas como argumento de venta para nuevos mercados verticales, ¿cómo afectará eso a la forma en que calculamos el rendimiento de nuestras inversiones en TI?
Si respondes correctamente a estas preguntas, tu empresa estará más segura y podrás optar a nuevas oportunidades de negocio que ni siquiera sabías que eran posibles. En ese caso, esa inversión en TI es dinero bien gastado.
Algunas normativas de ciberseguridad suponen un mayor esfuerzo de cumplimiento que otras.
2/ Contamos con la última tecnología, pero ¿la utilizamos para agilizar los procesos como un buen punto de partida?
No basta con entregar a tus empleados un nuevo y reluciente juguete tecnológico, como un motor de inteligencia artificial (IA), por ejemplo. Eso sólo te reportará pequeñas ganancias incrementales, principalmente a nivel individual.
Si quieres un cambio real, introduce la nueva tecnología en tus procesos desde el principio. A efectos de este argumento, utilizaré dos herramientas comunes basadas en IA que las empresas pueden probar primero: Copilot para Microsoft 365 y HubSpot.
Tomemos las ventas, por ejemplo. Podrías poner todo tu material de ventas, fichas de producto y propuestas en un archivo con contraseña y, a continuación, entrenar a Copilot en él. Así, la próxima vez que un vendedor necesite crear una propuesta, podrá generar un documento acabado con los formatos y el lenguaje aprobados, con solo introducir una simple instrucción. O podrías utilizar asistentes de IA en Microsoft Teams para grabar reuniones con clientes, tomar notas y almacenarlas en un archivo. Luego, la IA podría integrarse con tu base de datos de prospectos en HubSpot para generar notas de agradecimiento, boletines personalizados y otros materiales de seguimiento de ventas. (Aclaración: mi empresa es socia de Microsoft).
Éste es sólo un ejemplo, y cada día aparecen nuevas posibilidades. Antes de decirte a ti mismo que no puedes permitirte una inversión en TI, calcula el tiempo real y el dinero que la nueva tecnología podría ahorrarte.
3/ Tenemos chatbots inteligentes, pero ¿está la IA marcando una diferencia real en la experiencia del cliente?
Los chatbots de IA se han vuelto tan capaces que ahora son la norma en muchas web corporativas. Pero ir más allá de esta nueva norma para tener un impacto real significa pensar en la IA de manera diferente. Por ejemplo, ¿qué pasaría si utilizaras la IA para crear experiencias personalizadas para tus clientes?
Imagínate esta situación: Eres un minorista de ropa cuyo cliente acaba de entrar en tu web. En lugar de mostrarle las mismas pantallas que ve todo el mundo, ¿qué pasaría si se creara una experiencia de compra personalizada basada en su historial de navegación y compras? Se generan ofertas personalizadas sobre los zapatos que combinan con el vestido que ha comprado, y todavía hay un último par en su talla. El bolso que codiciaba está disponible en un nuevo color. Un ‘estilista personal’ le hace recomendaciones de ropa basándose en un cuestionario de estilo que ha rellenado y en su talla y medidas estimadas.
Si diriges una empresa B2B, el mismo tipo de pensamiento podría aplicarse a portales de clientes transparentes y ágiles. Utiliza la IA para identificar de forma proactiva patrones y necesidades de los clientes. Imagina que eres un fabricante de equipos industriales cuyo cliente lleva más de dos años sin pedir una pieza de repuesto. Tu portal podría determinar lo que tu cliente necesita a continuación, de modo que siempre disponga de inventario crítico antes de que se produzcan emergencias.
Al utilizar la IA para este tipo de proyectos hiperpersonalizados, puedes atraer a nuevos clientes y aumentar exponencialmente las oportunidades de venta adicional. Pueden requerir un esfuerzo mayor para completarse, así que considera la posibilidad de trabajar con un desarrollador capaz que te ayude a hacer un mejor uso de tus bases de datos existentes y a encontrar los programas y complementos adecuados para hacer posible este tipo de servicio al cliente.
Los ganadores del futuro pensarán de forma creativa en sus plataformas tecnológicas
Según las últimas predicciones de Grandview Research, el tamaño del mercado mundial de la transformación digital crecerá a un ritmo medio anual del 28,5% hasta alcanzar los 4.617.780 millones de dólares en 2030. Está claro que hay dinero para alimentar un periodo de progreso revolucionario. Hagamos que cuentes con la optimización, integración y formación que necesitas para triunfar.