¿Harto de oír hablar de inteligencia artificial a todas horas? ¿De que el mercado siempre sube a largo plazo? ¿Convencido de que Tesla está sobrevalorada? ¿O de que el oro ha ido demasiado lejos? Tranquilo, Wall Street piensa en todo. Y cuando decimos todo, es literal. Incluso en esos inversores que no quieren surfear la ola, sino ver cómo revienta contra las rocas.
Se trata de los ETF inversos, fondos cotizados diseñados no para acompañar las subidas del mercado, sino para beneficiarse de sus caídas. Un rincón del mercado donde ser escéptico no solo está permitido, sino que puede salir muy rentable. Aquí, los aplausos se dan cuando otros se tiran de los pelos. Y no faltan historias interesantes.
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Tesla ha caído más del 30 % este año, y hay inversores que no solo no se han lamentado, sino que han descorchado champán. El ETF Direxion Daily TSLA Bear 1X Shares (TSLS)ha subido cerca del 60 % desde enero. Otros, como el GraniteShares 2x Short TSLA Daily (TSDD), han duplicado su valor. Y eso que, irónicamente, Tesla ha subido más del 50 % en los últimos 12 meses. ¿Cómo encajan ambas cosas? Fácil: estos productos son armas de precisión, no para mantener, sino para usar en el momento justo.
No son para cardiacos. Son instrumentos pensados para inversores que disfrutan del vértigo financiero. Porque si el mercado se gira un lunes, y uno no ha salido a tiempo el viernes, la caída puede ser catastrófica.
Apostar contra el mercado o contra Jim Cramer
Pero el escepticismo va más allá de una empresa. En Estados Unidos existe incluso un ETF que hace justo lo contrario de lo que recomienda el showman bursátil Jim Cramer, presentador del programa Mad Money en la CNBC. Se llama Inverse Cramer Tracker ETF, y sí, existe porque hay quien considera que su puntería inversora es inversamente proporcional a su entusiasmo en pantalla. ¿Lo mejor? También lanzaron su gemelo optimista: el Long Cramer Tracker ETF, para quien confía en sus corazonadas. Wall Street, como siempre, cobra comisiones… pase lo que pase.
Y si eso no es suficiente, siempre está el clásico entre los clásicos: el ETF SARK, diseñado para ir contra las apuestas de Cathie Wood y su fondo Ark Innovation, ese que en 2020 parecía tener la fórmula secreto y luego, no tanto.
La Bolsa también tiene sus combates de boxeo
Algunos fondos ya no se conforman con apostar contra algo. Quieren dramatizarlo. Crear una historia. Tesla vs Ford. Nvidia vs Intel. Netflix vs Disney. Bienvenidos a los ETF Battleshares, donde la inversión se convierte en una especie de videojuego financiero.
El más conocido, y quizá el más irónico, es el ETF ELON, que permite invertir a favor de Tesla y en contra de Ford. La idea era capitalizar la narrativa del disruptor contra el dinosaurio. Pero la realidad es que Tesla cayó, Ford aguantó, y el fondo se desplomó un 64 % desde su lanzamiento. A veces, el disruptor también tropieza con sus propios tuits.
Contra Estados Unidos, contra el oro… contra todo
¿Cree que la economía de Estados Unidos va a entrar en recesión? Hay un ETF para eso. ¿Piensa que el oro ya ha tocado techo por encima de los 3000 dólares? También. ProShares Short Russell 2000 (RWM) replica en negativo el comportamiento de las pequeñas empresas estadounidenses. DB Gold Short ETN (DGZ) apuesta contra el metal dorado. Y si lo que molesta es el sector tecnológico, ProShares Short QQQ (PSQ) permite beneficiarse de las caídas del Nasdaq.
Los inversores más atrevidos, además, pueden elegir versiones apalancadas que multiplican por dos o por tres los movimientos diarios. Como jugar con fuego, pero con la cartera.
Los ETF inversos no son productos para sostener en el tiempo como quien guarda una acción de Coca-Cola durante treinta años. Están pensados para momentos puntuales, coberturas rápidas o apuestas tácticas. Su uso requiere comprensión del riesgo, del apalancamiento, y de la erosión diaria que sufren por su composición con derivados.
Eso sí, nadie puede decir que el mercado no ofrezca opciones para todos los gustos. Desde el inversor convencido de que Tesla colonizará Marte, hasta el que piensa que el verdadero viaje será de vuelta a la realidad.