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Siete preguntas que definirán el éxito de los inversores en 2025

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El 2025 no es un año cualquiera para los mercados. Tras años de ajustes, incertidumbre y nuevas tendencias, se presenta como un periodo en el que las decisiones de inversión podrían marcar una diferencia crucial en los resultados futuros. En este contexto, ser selectivo nunca había sido tan importante. La economía global, las tensiones geopolíticas y la revolución tecnológica plantean cuestiones fundamentales que no puedes ignorar. Estas son las preguntas clave que deberías estar planteándote para enfrentar este año con la mejor estrategia posible.

¿Será breve el ciclo de bajadas en los tipos de interés? 

El 2025 arranca con importantes cambios en la política monetaria mundial. En Estados Unidos, la Reserva Federal ha comenzado a recortar tipos de interés, situándolos en el rango del 4,25%-4,5%, con previsiones de alcanzar el 3,5% a mediados de año. Esto se produce en un contexto donde la inflación subyacente permanece en torno al 2,5%, según el índice PCE. Sin embargo, los elevados niveles de deuda pública (más del 120% del PIB) podrían limitar el alcance de los recortes.

En Europa, el Banco Central Europeo sigue un camino similar, con tipos que podrían cerrar el año en el 1,5%, un mínimo histórico, mientras que la inflación ronda el 3%. España lidera el crecimiento en la eurozona, con un aumento previsto del 2,5% del PIB, pero lo hace apoyada en un endeudamiento público que supera el 112% del PIB. Japón, por su parte, podría realizar su primera subida de tipos en décadas, impulsado por un crecimiento salarial del 5% en 2024 y una inflación controlada.

¿Serán suficientes estos ajustes para estimular el crecimiento sin reavivar la inflación? Para los inversores, este entorno mixto podría significar oportunidades en renta fija a corto plazo y sectores menos sensibles a las fluctuaciones de los tipos, como consumo básico y salud.

¿Cuánto impactarán las tensiones geopolíticas en los mercados?

Desde el conflicto en Ucrania hasta el endurecimiento de las tensiones entre Israel e Irán, los factores geopolíticos serán determinantes en 2025. Con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, las políticas comerciales proteccionistas, como los posibles aranceles del 60% a las importaciones chinas, prometen sacudir las cadenas de suministro globales. El yuan ya ha perdido más del 12% de su valor frente al dólar desde finales de 2024, y las exportaciones chinas han caído un 8% interanual.

En Europa, las elecciones anticipadas en Alemania y Francia añadirán volatilidad a los mercados, con el riesgo de políticas fiscales menos claras. En Oriente Medio, los analistas temen una escalada entre Israel e Irán, que podría disparar los precios del petróleo, actualmente en 75 dólares en el barril de Brent 

Los inversores tendrán que estar atentos a sectores estratégicos como defensa, energía y materias primas, que podrían beneficiarse de estas dinámicas. Activos refugio como el oro, que cotiza a 2.670 dólares por onza, seguirán siendo cruciales para gestionar el riesgo geopolítico.

¿La deuda global limitará las oportunidades de inversión?

El nivel de deuda pública mundial superó los 100 billones de dólares en 2024, situándose cerca del 100% del PIB global. En Estados Unidos, el déficit fiscal alcanzó el 6,7% del PIB, mientras que en Europa, países como Francia arrastran importantes problemas fiscales y Alemania la falta de crecimiento. 

España e Italia, sin embargo, están ofreciendo rendimientos competitivos en su deuda soberana. Los bonos a 10 años españoles ofrecen actualmente una rentabilidad del 3,07%, mientras que los italianos están en torno al 3,5%. 

Para los inversores, esta situación de desacoplamiento en Europa plantea dudas sobre la sostenibilidad fiscal y las primas de riesgo. ¿Qué activos pueden resistir este entorno? Los bonos soberanos de mercados más estables, como España e Italia, podrían ser una opción atractiva para quienes buscan seguridad con cierto rendimiento.

¿Qué papel tendrá la inteligencia artificial como motor de crecimiento?

La revolución tecnológica encabezada por la inteligencia artificial (IA) promete transformar sectores enteros. Desde la automatización en la manufactura hasta la personalización en servicios, la IA ha captado la atención de los mercados. 

NVIDIA, líder en semiconductores, vio cómo su valor de mercado superaba los 1,2 billones de dólares en 2024, con un crecimiento anual del 170%, pero, ¿puede mantenerse esta tendencia? Los inversores deben evaluar si las valoraciones actuales reflejan un optimismo excesivo o si aún hay espacio para el crecimiento a medida que más industrias adopten estas tecnologías. Identificar empresas con modelos sostenibles y diversificar mediante fondos cotizados o ETF temáticos y fondos de tecnología será decisivo.

¿Qué sectores serán los ganadores en la transición energética?

La lucha contra el cambio climático seguirá marcando el rumbo de la inversión en 2025. El gasto global en energías limpias podría superar los 1,7 billones de dólares este año, según la Agencia Internacional de Energía.

El cobre, esencial para la electrificación, tiene una demanda que podría aumentar un 15% en los próximos cinco años. Actualmente, su precio ronda los 9.000 dólares por tonelada, pero se espera que alcance los 10.500 dólares para finales de 2025. Sin embargo, el mercado plantea grandes interrogantes. ¿Pueden las empresas en transición competir con gigantes consolidados como las petroleras? Sectores como la minería y las tecnologías limpias ofrecen oportunidades, pero requieren un análisis profundo de su viabilidad a largo plazo.

¿Qué países emergentes serán los ganadores en un escenario de desacoplamiento global?

El desacoplamiento comercial entre Estados Unidos y China está reconfigurando las cadenas de suministro. México, que ya es el mayor exportador hacia Estados Unidos, ha visto un aumento del 15% en la inversión extranjera directa en 2024. Por otro lado, Vietnam y Malasia tienen dificultades debido a su dependencia de las exportaciones chinas.

Por otro lado, las políticas arancelarias de Washington y la devaluación del yuan chino están creando condiciones dispares para los mercados emergentes. ¿Es el momento de apostar por estas economías? Los inversores podrían considerar ETF diversificados que incluyan países con buenas perspectivas de crecimiento, pero también estar preparados para lidiar con la volatilidad inherente a estos mercados.

¿Dónde estarán las mejores oportunidades de inversión en 2025?

La gran pregunta para cualquier inversor: ¿en qué activos enfocarse este año? A pesar de su importancia, la respuesta siempre será dependiendo del perfil de cada inversor, el riesgo dispuesto a asumir, el capital o los conocimientos de cada inversor. En todo caso, en líneas generales, para los más conservadores, los depósitos y la renta fija a corto plazo podrían seguir ofreciendo estabilidad en un entorno de tipos en descenso. 

Mientras, los interesados en generar ingresos pasivos pueden explorar acciones con altos dividendos. Este enfoque permite a los inversores beneficiarse de pagos periódicos que, en muchos casos, ofrecen rentabilidades superiores a la de otros instrumentos tradicionales de bajo riesgo. Sectores como el energético, el financiero o el de telecomunicaciones suelen destacar por ofrecer dividendos sólidos, respaldados por modelos de negocio estables y flujos de caja consistentes.

Por otro lado, quienes buscan crecimiento podrían mirar hacia sectores tecnológicos, energías renovables o salud, donde las megatendencias globales prometen oportunidades de largo plazo. Finalmente, el oro, que ha alcanzado máximos históricos recientes, sigue siendo un refugio seguro ante las incertidumbres globales.