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Año nuevo, viejos problemas: qué mirarán los inversores en 2025

Arranca 2025, y con él, una lista interminable de interrogantes para los mercados globales. ¿Qué podemos esperar de las economías más grandes del mundo? ¿Se confirmarán las señales de recuperación o continuarán las dudas sobre el crecimiento? 

En Estados Unidos, las políticas de la nueva administración Trump buscan mantener un delicado equilibrio entre estímulos al crecimiento y los riesgos inflacionarios. En Europa, el atractivo de valoraciones bajas contrasta con una recuperación económica que sigue siendo débil. Mientras tanto, Asia, liderada por China e India, lidia con desafíos estructurales y oportunidades únicas. 

Estados Unidos en un delicado equilibrio entre crecimiento e inflación

En Estados Unidos, la elección de Donald Trump para un segundo mandato ha consolidado un enfoque radical en materia fiscal y comercial. Por un lado, la promesa de recortes regulatorios y tributarios podría acelerar el crecimiento económico, especialmente en sectores como el bancario y manufacturero. Estas medidas podrían potenciar la economía, pero también presentan riesgos considerables como el incremento de la deuda y el déficit fiscal. 

Por otro lado, los tipos de interés terminan 2024 en un rango de entre el 4.25% y el 4.50%, impulsando el consumo y la actividad económica. Sin embargo, el futuro es incierto. El presidente electo ha propuesto imponer aranceles de entre el 10% y el 20% a las importaciones globales, y de hasta el 60% a productos provenientes de China.  Según Schroders, estas políticas comerciales podrían desencadenar una nueva ola inflacionaria, forzando a la Fed a detener su ciclo de recortes de tipos o incluso revertirlos. Un aumento sostenido en los costes de endeudamiento pondría en jaque tanto el gasto de los hogares como la inversión empresarial, dos pilares fundamentales del crecimiento económico estadounidense.

Europa, desafíos estructurales con valoraciones atractivas

Mientras tanto, Europa lucha por mantenerse a flote. El crecimiento previsto para la eurozona en 2025 ronda el 1%, y aunque los sectores defensivos como salud y consumo básico ofrecen cierta estabilidad, los problemas estructurales de Alemania y políticos en Francia siguen pesando en la región. Sin embargo, las acciones europeas cotizan con un descuento histórico del 45% frente a las estadounidenses, una brecha que DWS considera una oportunidad para los inversores. 

Además, el Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto realizar hasta cinco recortes adicionales de tipos antes de finales de 2025, lo que podría proporcionar un importante estímulo para la actividad económica y el mercado de bonos. De hecho, la deuda corporativa de grado de inversión en euros destaca como una de las clases de activos más prometedoras para 2025, con rendimientos esperados por encima del 4,5%, según la gestora alemana. 

China y los mercados emergentes en busca de estabilidad

China, la segunda economía mundial, comienza 2025 con serios problemas estructurales como la crisis inmobiliaria y el aumento del endeudamiento. Por otro lado, Schroders advierte que las políticas comerciales de la nueva administración estadounidense, como los aranceles propuestos del 60%, podrían ejercer una fuerte presión sobre el renminbi y las cadenas de suministro globales. Esta situación obligaría a China a implementar estímulos fiscales más agresivos, especialmente en sectores como la construcción y el consumo interno, para sostener el crecimiento.

En el ámbito de los mercados emergentes, Schroders señala que, aunque las valoraciones son atractivas en términos históricos, las condiciones financieras globales siguen siendo difíciles. La fortaleza del dólar y los altos rendimientos de los bonos estadounidenses dificultan la financiación en estas economías. Sin embargo, regiones como el sudeste asiático podrían beneficiarse de la diversificación de cadenas de suministro hacia países fuera de China, lo que abriría nuevas oportunidades de crecimiento en sectores industriales y tecnológicos.

Un año de decisiones estratégicas

El 2025 será un año determinante para los mercados financieros globales. Las dinámicas divergentes entre regiones exigen un enfoque cuidadoso y una gestión activa de las inversiones. Mientras que Estados Unidos ofrece perspectivas de crecimiento, pero con riesgos inflacionarios, Europa se presenta como una alternativa atractiva por sus valoraciones y su estabilidad sectorial. En Asia, China y los mercados emergentes gestionarán desafíos estructurales que requerirán políticas efectivas para reactivar sus economías.

Para los inversores, las decisiones de los bancos centrales, las políticas comerciales y los sectores defensivos serán claves para aprovechar las oportunidades y minimizar los riesgos en 2025. 

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