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¿Vuelve la inflación a ser una amenaza?

Foto: Getty

En las grandes películas de suspense, el villano nunca se da por vencido. Siempre tiene un último as en la manga, ese golpe inesperado que pone todo patas arriba cuando parecía que el final ya estaba escrito. Pues bien, algo parecido podría ocurrir ahora con la inflación.

Hoy, los mercados y los bancos centrales celebran lo que parece ser una victoria: en Europa, la inflación ha vuelto al 2% tras meses de caídas, mientras que en Estados Unidos se estabilizó en el 2,6%. Cifras que hace un año hubieran parecido un sueño lejano. ¿Victoria? Quizás. Pero, como en cualquier historia de terror, el peligro acecha justo cuando bajamos la guardia.

El talón de Aquiles de los bancos centrales

En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) respira con alivio. Después de una larga batalla contra la inflación, el foco ha cambiado al crecimiento económico. Pero el respiro puede ser breve. Con el invierno a las puertas, los precios de la energía, que históricamente han sido el principal motor de la inflación en la eurozona, vuelven a dar señales de volatilidad. ¿El resultado? El gas europeo ronda los 49 euros/MWh, el nivel más alto desde octubre de 2023.

Mientras tanto, Estados Unidos también juega con fuego. Aunque la Reserva Federal (Fed) ha logrado estabilizar la inflación subyacente en el 3,3%, las posibles políticas de la administración Trump amenazan con encender nuevamente la mecha. Aranceles del 25% a México y Canadá, un 10% adicional a China y recortes fiscales masivos podrían desatar un aumento de precios que ni los analistas más precavidos han considerado.

Sin embargo, la batalla contra la inflación no ha sido gratis. Los bancos centrales han gastado buena parte de sus herramientas, y ahora su margen de maniobra es mínimo. Como ha dicho Luis de Guindos, vicepresidente del BCE: “El margen de maniobra se está agotando”.

Por un lado, bajar los tipos de interés podría estimular el crecimiento. Por otro, mantenerlos altos parece necesario para evitar que los precios vuelvan a dispararse. Pero, ¿qué pasará si se combinan presiones inflacionarias con una desaceleración global? Allianz advierte que el mercado podría estar subestimando esta amenaza, mientras que Edmond de Rothschild destaca la presión sobre el BCE para recortar tipos en diciembre. Una jugada arriesgada.

Tres amenazas que podrían cambiar el juego

1. Ucrania, un conflicto sin tregua: aunque los focos mediáticos han girado hacia Oriente Medio, la guerra en Ucrania sigue siendo una fuente de inestabilidad en Europa. Los ataques a infraestructuras energéticas clave han impulsado los precios del gas, justo cuando el continente enfrenta una ola de frío. Esto podría agravar aún más las tensiones económicas.

2.Oriente Medio y el petróleo: el crudo Brent coquetea con los 73 dólares por barril, y una escalada entre Israel e Irán podría llevarlo más allá de los 90 dólares. Si eso ocurre, los costes de transporte y producción se dispararán, impactando directamente al consumidor final. Goldman Sachs advierte que estos riesgos geopolíticos siguen siendo una de las mayores amenazas para los mercados globales.

3.Tecnología e inflación salarial: en Estados Unidos, la revolución de la inteligencia artificial y un mercado laboral ajustado están impulsando los salarios. Aunque esto podría parecer positivo, Edmond de Rothschild señala que las empresas podrían trasladar estos costes a los precios finales, alimentando una inflación difícil de controlar.

¿Cómo deberían prepararse los inversores?

En este entorno, la protección contra la inflación no es sencilla. Opciones tradicionales como el oro o los TIPS (bonos protegidos contra la inflación) ofrecen algo de seguridad, pero pueden ser insuficientes si las tensiones geopolíticas aumentan. Los gestores de Allianz sugieren diversificar en sectores resilientes como la energía o las tecnologías disruptivas, mientras que Edmond de Rothschild apuesta por estrategias más conservadoras, incluyendo la liquidez y la diversificación geográfica.

Sin embargo, no todo es pesimismo. La inflación puede abrir oportunidades en activos subvalorados, especialmente en Europa, donde las valoraciones son bajas en comparación con Estados Unidos. Como recuerda Goldman Sachs, “la clave será adaptarse rápidamente a los cambios”.

La última escena aún está por rodar

Aunque los datos recientes ofrecen un respiro, el panorama global está lejos de ser estable. La inflación sigue siendo el villano en esta historia económica, y su regreso podría ser más impactante de lo que los mercados anticipan.

Quizás el mejor consejo sea recordar que, en las historias de terror, el verdadero susto llega cuando menos lo esperamos.