Con el actual entorno de tipos de interés en descenso, volatilidad y la caída de la rentabilidad en los bonos, los inversores con un perfil moderado están comenzando a considerar estrategias que les permitan generar ingresos periódicos. En este escenario, la inversión en dividendos ha cobrado fuerza como una opción atractiva, no solo por las rentabilidades que puede ofrecer, sino también por la estabilidad que aporta en el tiempo. Según Janus Henderson, las empresas a nivel global distribuirán una cifra récord de 1,74 billones de dólares en dividendos durante 2024, lo que supone un incremento del 6,4% respecto al año anterior.
Para los inversores que buscan aprovechar esta estrategia, existen varias vías de acceso a los dividendos: acciones individuales, fondos de inversión tradicionales, fondos indexados y ETF.
Las opciones tradicionales para invertir por dividendos
Invertir directamente en acciones individuales de empresas que reparten dividendos es la opción más directa, aunque conlleva un riesgo considerable. Los inversores dependen de la capacidad de una única empresa para mantener o aumentar sus pagos de dividendos, lo cual puede variar según las circunstancias económicas y financieras. Las empresas consolidadas conocidas como blue chips, suelen ser las más buscadas por su estabilidad.
Los fondos de inversión tradicionales, por otro lado, permiten una mayor diversificación. Agrupan capital de muchos inversores para invertir en un conjunto amplio de empresas que distribuyen dividendos, y además cuentan con la ventaja fiscal de que las inversiones pueden traspasarse sin tributar hasta el momento del reembolso.
En cuanto a los fondos indexados, funcionan de manera similar a los ETF, replicando un índice de referencia, pero con comisiones algo más altas y ejecuciones de compra o venta al final del día en lugar de en tiempo real. Su ventaja fiscal los convierte en una buena opción para aquellos que planean traspasar inversiones entre diferentes fondos a largo plazo.
ETF de dividendos: eficiencia a bajo coste
Para los inversores interesados en una estrategia pasiva, los ETF de dividendos son una alternativa eficiente y de bajo coste. Según Adrián Amorín, country manager de Scalable Capital, los ETF de dividendos encapsulan toda una estrategia de inversión en un solo producto y permiten diversificar la cartera de manera eficiente. Scalable Capital también señala que una estrategia común es asignar aproximadamente el 10% del capital a títulos basados en dividendos, dependiendo de los objetivos individuales.
Uno de los aspectos clave a considerar en los ETF es si optar por un ETF de acumulación o de distribución. Los ETF de acumulación reinvierten los dividendos que generan, lo que maximiza el crecimiento del capital a largo plazo a través del interés compuesto. Son ideales para aquellos que buscan un incremento constante de su capital sin necesitar ingresos inmediatos.
En cambio, los ETF de distribución reparten los dividendos a los inversores de manera periódica, lo que resulta adecuado para aquellos que desean recibir flujos de efectivo regulares. Esta opción es especialmente atractiva para personas que están en la fase de jubilación o que dependen de ingresos recurrentes.
Cuidado con los tipos de interés y los ‘dividendos sostenibles’
Una consideración importante es cómo los tipos de interés influyen en las estrategias basadas en dividendos. Las empresas con altos pagos de dividendos pueden perder atractivo en un entorno de tipos de interés en aumento, ya que los inversores tienden a favorecer activos más seguros como los bonos. Sin embargo, la caída de los tipos, como la que se espera en los próximos meses, puede hacer que los dividendos sean más atractivos.
A pesar de esto, los inversores deben ser cautelosos y buscar empresas con dividendos sostenibles. Más que fijarse únicamente en la rentabilidad por dividendo, es crucial buscar un crecimiento constante de los pagos. Una empresa que paga un dividendo moderado pero creciente puede ser una opción más segura que una empresa con un dividendo alto pero inestable.
Selección de los mejores ETF de dividendos
Para quienes prefieren los ETF como vehículo de inversión, existen opciones destacadas tanto por su rentabilidad como por el patrimonio gestionado. A continuación, algunos de los ETF más atractivos según su rentabilidad a un año y patrimonio:
- Mejores ETFs por rentabilidad a un año:
Franklin Global Quality Dividend ETF: +22,63%
Fidelity Global Quality Income ETF: +22,44%
iShares MSCI World Quality Dividend ESG ETF: +20,43%
- Mayores ETFs por patrimonio gestionado:
Vanguard FTSE All-World High Dividend Yield ETF: 4.447 millones de euros
iShares STOXX Global Select Dividend 100 ETF: 2.452 millones de euros
SPDR S&P Global Dividend Aristocrats ETF: 1.163 millones de euros
Exposición con ETF a los dividendos del Ibex 35
Para aquellos inversores que buscan exposición al mercado español, existen ETFs específicos que permiten obtener ingresos de los dividendos de las empresas del Ibex 35. Un ejemplo destacado es el Amundi IBEX 35 UCITS ETF, que reinvierte los dividendos en el fondo, lo que proporciona una ventaja frente a los productos de distribución. Esta reinversión permite aprovechar el interés compuesto, maximizando el crecimiento a largo plazo sin tener que tributar hasta la venta de las participaciones.