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Preservación del Patrimonio Global de Familias Latinoamericanas

En un mundo global donde impera la movilidad, es habitual que miembros de familias latinoamericanas tengan ciudadanía estadounidense, trasladen su residencia allí, a España u otras jurisdicciones, tengan inmuebles y otras inversiones en el extranjero.

La Real Academia Española define preservar como “proteger, resguardar anticipadamente a alguien o algo, de algún daño o peligro”. La protección del patrimonio global de familias latinoamericanas cobra especial importancia ante riesgos de toda índole en la región; político, país, regulatorio, moneda, etc. Ello determina la búsqueda de soluciones multi-jurisdiccionales de preservación, considerando aspectos tangibles; inversiones financieras, inmobiliarias, energía, infraestructura, capital/deuda privados, e intangibles; principios, misión, valores, gobernanza, ética y reputación.

En un mundo global donde impera la movilidad, es habitual que miembros de familias latinoamericanas tengan ciudadanía estadounidense, trasladen su residencia allí, a España u otras jurisdicciones, tengan inmuebles y otras inversiones en el extranjero. Ello tiene un impacto relevante en las opciones para mitigar riesgos, optimizar la fiscalidad aplicable y establecer la transmisión patrimonial a las siguientes generaciones.

La diversificación de las inversiones por clase de activos, sectores, geografías, moneda, etc., es parte de la preservación de un patrimonio global, a considerar dentro de un plan estratégico. Es fundamental establecer reglas para aunar los objetivos comunes de todos los miembros de la familia, entre otras, mediante la implementación de un protocolo familiar, de inversión, órganos de resolución de conflictos y de ejecución de decisiones.

Familias en México están expuestas a un riesgo sobre la integridad de la persona física diferente a otras en Chile, una economía dolarizada como la ecuatoriana difiere de otra afectada por la volatilidad cambiaria del peso argentino, las consideraciones son diferentes para una tributación territorial en Panamá que otra sujeta al impuesto al patrimonio en Colombia (además de tributar por renta mundial).  No obstante, se está dando progresivamente la homogeneidad normativa auspiciada por la OCDE (FATCA/CRS, BEPS, reglas CFC), FATF/GAFI o la UE, tendente a propiciar soluciones estandarizadas[1] para las familias latinoamericanas.

Entre los mecanismos establecidos de preservación patrimonial se encuentran la tenencia de inversiones off-shore” (principalmente en EE. UU., por una mayor laxitud FATCA respecto al intercambio de información financiera CRS de Suiza). Se realiza a través de sociedades patrimoniales extranjeras (bloquean el “estate tax” estadounidense) como la LP canadiense, Ltd/Corp. de BVI u otras, de gestión de patrimonio familiar (SPFs de Luxemburgo), instrumentos fiduciarios de derecho anglosajón (“Trusts”; FGTs) o civil (Fundaciones de Interés Privado), fondos/vehículos de inversión “tailor made”, y/o soluciones que combinan seguros de vida e inversión (“PPLI” o “Unit-linked”). El objetivo es combinar la protección del patrimonio con la transmisión a siguientes generaciones mediante documentos privados en fideicomisos/fundaciones irrevocables, o estatutos societarios que incluyan la tenencia accionarial con derecho de supervivencia de los socios.

El traslado de residencia fiscal (clave a efectos tributarios, no el pasaporte excepto si es estadounidense) a Panamá, EE. UU., Suiza, Portugal, o España, favorecidas por ventajas impositivas, seguridad jurídica e integridad de la persona natural, es una alternativa personal de las familias. Además de lazos culturales e históricos, la “golden visa” posibilita la residencia y trabajo en España (incluso la ciudadanía tras 2 años) invirtiendo en deuda pública, depósitos bancarios o acciones de compañías españolas. La “ley Beckham” (tributación al 24% de IRPF y renta territorial por 6 años), los convenios para evitar la doble imposición, los de promoción y protección recíproca de inversiones con mayoría de países latinoamericanos, y el régimen de sociedades “holding” ETVE[2], confirman el atractivo de la jurisdicción española para familias latinoamericanas.  

La realización de un diagnóstico patrimonial, que permita entender la distribución del patrimonio, los riesgos a los que está expuesto (a veces desconocidos) y los costes soportados directa e indirectamente, facilitará la implementación de una estrategia concreta. El plan estratégico no asegura el éxito a las familias, es preciso su revisión y adaptación consensuada con periodicidad, si bien el no disponer del mismo predispone al fracaso patrimonial. Es imprescindible una gobernanza adecuada establecida en protocolos familiares, donde prime la cohesión familiar, la comunicación entre los miembros, la gestión de conflictos, los valores comunes, y la correcta planificación del relevo de liderazgo. “La riqueza nunca sobrevive a tres generaciones”; la noción de que la 1ª generación genera riqueza, la 2ª la gasta y administra mal y la 3ª se queda sin nada, no es sólo una perogrullada. Un estudio de 1.200 familias concluyó que el 70% de las transferencias patrimoniales intergeneracionales fracasan, generando una pérdida de armonía familiar. Richard Marston, profesor de finanzas de Wharton, señala “es un problema cuando la familia no empieza a pensar en gestionar su patrimonio lo suficientemente pronto. La clave es la educación, tanto sobre inversiones como sobre temas de gobernanza familiar.”[3]

Si en cualquier ámbito es recomendable “no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy”, en la gestión patrimonial esta afirmación adquiere aún mayor relevancia. Es de vital importancia anticipar riesgos que afecten la preservación del legado familiar (un fallecimiento o incapacidad sobrevenida, por ejemplo, dificultarían este objetivo). El acompañamiento por profesionales de amplia experiencia, como el que aportamos desde iCapital, es clave para encauzar los retos a los que se enfrenta la sostenibilidad del patrimonio global de las familias[4]. Parafraseando a un estimado colega, a la hora de gestionar un patrimonio, debemos atender a lo inesperado y no sólo a lo improbable.

*Nicolás San Román, de iCapital Asesores Financieros y Patrimoniales.

[1] Si bien las soluciones que se citan en el artículo pueden ser “estándar”, la correcta elección de abogados, tributaritas, asesores patrimoniales expertos en la materia, determinará el diseño de un “traje a medida” en base a las particularidades de la familia.

[2] https://www.ga-p.com/wp-content/uploads/2021/04/Novedades_régimen_holding_español.pdf

[3] https://www.campdenfb.com/article/managing-family-wealth-and-educating-next-generation

[4] En iCapital (https://www.icapital.es) acompañamos a familias desde 2006, asesorándoles en gestión patrimonial y planificación estratégica con equipos altamente cualificados.