La tecnología avanza en muchos campos y uno de ellos es en el de la salud. Desde Lazard Asset Management apuestan claramente por la disrupción en esta área. Las posibilidades parecen realmente infinitas en cuatro segmentos claramente diferenciados. Hablamos con Domingo Torres-Fernández, Country Head España y Portugal, Lazard Fund Managers sobre la estrategia, la clave de su éxito.
Últimamente, se está viviendo un gran interés inversor por temáticas como la inteligencia artificial o estos avances tecnológicos, ¿a qué es debido?
Principalmente, porque los avances tecnológicos, que han impulsado la cuarta revolución industrial, definirán también la próxima década. El primer chip de silicio se inventó en 1959, pero los ordenadores personales no aparecieron hasta los años 80 y el iPhone hasta 2007. Ahora, en 2023, el mundo está saturado de teléfonos inteligentes y las acciones relacionadas con tecnología representan una gran parte de los índices bursátiles mundiales.
Dentro de los espacios de las grandes tendencias, una de ellas es la disrupción tecnológica en el ámbito sanitario: ¿qué oportunidades ofrece?
Nos encontramos en un momento único en el que las máquinas pueden hacer frente a los retos de la industria sanitaria, reducir costes y mejorar los resultados para los gobiernos y la sociedad. Creemos que la cartografía del genoma humano, finalizada en 2003, y la omnipresencia de la tecnología en dispositivos móviles y otros objetos inteligentes remodelarán la asistencia sanitaria de forma tan radical como el chip de silicio hizo estallar la informática. Las oportunidades de inversión en la era de la medicina digitalizada parecen igual de atractivas que las de la era de los semiconductores, quizá incluso más.
¿Cuáles son las fundamentales que presenta el sector de la salud de cara a los próximos años?
La sanidad es una actividad conservadora por naturaleza, pero avanza hacia el cambio. Los dispositivos inteligentes de seguimiento de la salud y la nueva ciencia genómica capturan información digital en cantidades muy superiores a las capacidades analógicas. La digitalización va a redistribuir la cadena de valor
de la atención sanitaria. En nuestra opinión, con la llegada de nuevas empresas independientes, las grandes farmacéuticas tendrán que ser más ágiles. Es probable que la industria farmacéutica intente mantener su dominio absorbiendo a nuevos disruptores, como ha ocurrido en los sectores de la tecnología de la información.
Precisamente, Lazard propone una estrategia de renta variable global, Digital Health, centrada en los avances científicos y tecnológicos innovadores que están rediseñando el ecosistema sanitario. ¿Cómo desarrolla su estrategia de inversión?
El equipo de inversión trata de aprovechar las oportunidades de la revolución del big data en la atención sanitaria. La estrategia se basa en el análisis de ideas clasificadas en cuatro segmentos: Big Data Sanitario, Diagnóstico Preventivo, Terapias Dirigidas y Envejecimiento Saludable. Al estar centrada en aumentar la salud, el bienestar y reducir los costes para la sociedad, la estrategia está intrínsecamente bien alineada con los criterios ASG. El equipo de inversión analiza además cuestiones como la ética médica, la privacidad de datos y la asequibilidad.
¿Qué tipo de compañías combinan digitalización e inteligencia artificial en el espacio de la salud?
El ecosistema sanitario está entrando en un periodo de profunda perturbación. La innovación es multidisciplinar y combina sectores como el sanitario, tecnológico y el de consumo. Las perspectivas a corto plazo, en las primeras fases de la digitalización, se inclinan hacia aquellas compañías que proporcionan la infraestructura a partir de la cual se construirá el futuro, como las organizaciones de investigación, las empresas de big data y los proveedores de inteligencia artificial que analizarán los datos. En cualquier caso, los cambios que se están produciendo en la atención sanitaria no pueden continuar sin ellas.
La estrategia Digital Health también se centra en los diagnósticos avanzados y
la prevención: ¿por qué?
El ecosistema sanitario, tal y como lo conocemos actualmente, se basa en la premisa de tratar las enfermedades en lugar de prevenirlas. Aunque la prevención es más eficaz que el tratamiento para la mayoría de las enfermedades, sólo el 5% del gasto sanitario mundial se destina a la prevención, mientras que el 95% del gasto sanitario anual se destina al tratamiento. Como consecuencia, el tratamiento suele iniciarse cuando ya es demasiado tarde. En este sentido, creemos que los avances en el diagnóstico de nueva generación, las pruebas no invasivas y la intervención precoz que permiten las nuevas tecnologías impulsarán un cambio hacia la atención preventiva.
En última instancia, las terapias dirigidas y las nuevas modalidades farmacológicas, como la edición de genes, parecen ofrecer mucho potencial de crecimiento: ¿en qué medida?
Los nuevos descubrimientos en áreas como la edición genética, los productos biológicos y la terapia digital van a cambiar el panorama farmacéutico. Creemos que el desarrollo de fármacos está evolucionando hacia un modelo más empírico y menos deductivo. Esto probablemente impulse el auge de gigantes industriales y alterará las estructuras actuales de la industria.