La crisis de los bancos ha abierto un melón de dudas: ¿la economía mundial se encamina a una recesión en 2023?
Las subidas de tipos que están llevando a cabo los bancos centrales es muy probable que provoquen finalmente una recesión global. El nivel de inversión de la curva de tipos en EEUU da una fiabilidad histórica a la hora de predecir recesiones futuras del 100%. Si a eso le unimos el nivel de endeudamiento en máximos históricos de gobiernos y empresas, a tipos al cero por ciento, es muy probable que en adelante veamos un menor crecimiento económico y unos resultados empresariales peores a los que hemos tenido los últimos años.
La Fed argumenta que la subida proyectada del 1% en desempleo irá de la mano de un aterrizaje suave, pero si miramos otros momentos históricos en los que se ha producido ese repunte en términos porcentuales, eso nunca ha sucedido. ¿Por qué los bancos centrales siguen sin ser sinceros en este sentido?
Si los bancos centrales pronosticaran una recesión económica futura acelerarían la recesión ellos mismos. Por tanto, defienden la teoría de un aterrizaje suave, aunque la realidad es que nunca han conseguido esa transición con éxito. Sus políticas expansivas no generan mayores tasas de crecimiento, sino burbujas financieras. Hoy se juntan tres burbujas, en bolsa, en el mercado de crédito y en el mercado de la vivienda. De ahí que la situación sea una de las más delicadas de las últimas décadas.
La volatilidad en el mercado de bonis ha mostrado señales de preocupación. En Estados Unidos, no se veía un descenso tan fuerte en rentabilidades desde episodios como los atentados terroristas del 11-S o el crash del 87. ¿Este nerviosismo se podría diluir teniendo en cuenta que los mercados siempre anticipan las señales adversas?
El mercado lleva cuestionando las decisiones de los bancos centrales desde que comenzaron a subir las tasas de interés. Pese a que la inflación no está bajo control, los inversores siguen descontando que los tipos de interés bajarán antes de que acabe este año. Con la crisis bancaria cada vez hay más convencimiento de que las bajadas de tasas son inevitables, pero los bancos centrales tendrán que decidir qué es más importante, si la estabilidad de precios o la estabilidad del sistema financiero. Va a ser muy complicado que puedan tratar los dos problemas simultáneamente, porque si inyectan liquidez para garantizar la estabilidad bancaria aumentarán las presiones inflacionistas; y si optan por seguir luchando contra la inflación veremos más bancos en situaciones críticas durante los próximos meses.
El ciclo de subidas de tipos parece acercarse a su fin. ¿Piensas que los bancos centrales pausarán un tiempo en su tasa terminal, tal y como dicen, o bajarán tipos si aparece una clara destrucción de empleo?
No creo que los bancos centrales frenen la subida de tipos porque haya un deterioro en la tasa de desempleo, porque todavía estamos en niveles históricamente buenos. Y, además, cuentan con un repunte del desempleo como condición necesaria para que la inflación remita.
Ligando con lo anterior: ¿consideras que aquí en Europa el Euríbor ya
encontró su techo?
Todo va a depender de cuándo deje de subir la inflación subyacente. Mientras siga marcando nuevos máximos históricos el BCE no tiene motivo para relajar su política monetaria. El precio del gas y del petróleo se ha desplomado, pero la inflación de alimentos todavía está en el 15%. Creo que la tasa terminal del BCE se situará en torno al 4%, aunque, como digo, va a depender enteramente de la evolución de la inflación durante los próximos meses.
¿Qué perspectivas puede tener ahora el euro con respecto al dólar?
En la medida en que los tipos de interés en Europa están cerrando el diferencial con los tipos de interés en EE. UU. el euro contra el dólar tenderá a estabilizarse este año entre 1,05 y 1,12, a la espera de ver qué deciden hacer en adelante los bancos centrales.
¿Hay oportunidades de inversión en un entorno tan incierto como el actual?
Si crees que no va a ser fácil volver a tasas de inflación del 2%, los activos reales son inversiones que tienen mucho sentido. En algunos países el mercado inmobiliario no se puede tocar porque los precios son muy superiores a los registrados durante la burbuja 2007/8, (EE. UU. Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Alemania). Pero en otros países como España no se ha vivido una subida desenfrenada de precios similar, por lo que el mercado inmobiliario sigue siendo una alternativa, no tan buena como hace tres años, pero aún puede ser interesante. El oro o Bitcoin también pueden desempeñar un papel de activo refugio en este tipo de entornos. La renta fija ofrece una rentabilidad mucho mejor que la renta variable si la ajustamos por nivel de riesgo. Por último, hay otras opciones menos conocidas, como el equity crowdfunding que nos permite invertir en las primeras etapas de proyectos de start-ups, aunque aquí la diversificación es crucial ya que la tasa de éxito de este tipo de proyectos es baja.