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Cripto, sí. Pelotazo, no

Omar El Yaqout, gestor de fondos y emprendedor, defiende el sector de las criptomonedas yendo a contracorriente del resto de 'influencers' del entorno: la defensa de la regulación, su elemento diferencial.
El gestor de fondos y emprendedor Omar El Yaqout fotografiado para FORBES el 10 de enero.

El mundo de las criptomonedas está asociado a perfiles jóvenes que se han hecho millonarios y se muestran ostentosos. Pero quizá, de entre esa nube que enturbia el sector, existan excepciones. Omar El Yaqout es uno de esos ejemplos. Sacó ventaja del mercado alcista de los criptoactivos, pero apuesta por la regulación del ecosistema y por la formación constante. Confía en la tendencia de largo plazo, pero también en la limpia de la industria.

PREGUNTA (P). ¿Cómo nace su actividad emprendedora, cuál es el origen?

RESPUESTA (R). Mi padre fue empresario desde muy joven, y siempre me inculcó la mentalidad de no trabajar para nadie. Tras un máster en Canadá, volví a Tenerife y varios bancos me ofrecieron trabajo, pero los rechacé para emprender en el sector de las cachimbas. Me fue muy bien. Pero un día, leí una frase de Warren Buffet que decía: “no eres rico hasta que no ganas dinero durmiendo”. Yo trabajaba mucho, pero cuando no lo hacía, no ganaba ni un euro. Ahí, empecé a formarme en el trading. Coincidiendo en el tiempo con el nacimiento de las criptomonedas. Poco a poco fui invirtiendo. Me pilló la primera subida cripto y me di cuenta de que ganaba más dinero que con mi negocio, así que vendí la empresa y me dediqué solo al trading. Tras aquello, me profesionalicé y ahora vivo en Suiza.

P. ¿En qué año comenzó con el ‘trading’?

R. Empecé en 2017, cuando Bitcoin se puso en 19.000. Con aquellos beneficios, me quedé muy sorprendido. Luego, viví 2018 y 2019 y me planteé dejarlo. Pero aguanté. Hace dos años, conocí a un gestor de fondos que reside en Suiza y tomé la decisión de mudarme allí, donde el entorno empresarial y financiero es muy favorable para gente joven con talento e ideas.

P. Habla de aquella dura caída que hubo: ¿valora otras alternativas de inversión?

R. Sí. Aparte del mercado cripto y tradicional, he invertido en gas y energías, negocio inmobiliario y hostelería. Cuando empecé a ganar dinero, mi mentor me enseñó a diversificar. Si tienes todo en la misma cesta te puede ir muy bien, pero como te vaya mal, desapareces. En Suiza me dedico solo a las finanzas, pero en España tengo negocios de hostelería e inmuebles. Así, diversifico.

P. Otra de las cuestiones relacionadas con el mundo cripto, es que se ha asociado mucho al lujo, a las fiestas… En su caso, ¿lo percibe de la misma forma?

R. En el 90% de los casos, los inversores han ganado dinero muy fácilmente. Los porcentajes de beneficio eran increíbles. Comparado con un mercado tradicional como el S&P 500, en el que puedes subir un 10% o un 15% en un buen año, Bitcoin ha llegado a subir un 500% en un solo año. La facilidad de acceso y la falta de regulación, ha hecho que la mayoría de los usuarios sean chavales jóvenes que entraban, invertían 1.000 euros, y llegaban a hacer un x200. Este perfil, considera que los bancos y la regulación son el enemigo, y sigue el mantra de disfrutar de lo ganado gastando. Por eso las cripto se han asociado a ese mundo.

P. Usted, que se ha formado para hacer ‘trading’ y entiende cómo funcionan los mercados ¿ha ido deshaciendo posiciones de las inversiones cripto para mover el dinero en otro lado?

R. He aprendido que lo que sube baja, además de la diferencia entre el sectarismo del mercado cripto y el objetivo real, que es analizar. Se me atacaba mucho cuando hablaba de recesión y de que la inflación estaba por las nubes. En el mundo cripto hay una frase muy famosa que es to the moon, que viene a significar que el mercado solo sube.

P. Y ‘holdear’, ¿no?

R. Exacto. Mucha gente lo ha perdido todo por querer aguantar la posición. Conozco gente que estaba muy bien situada y ha acabado volviendo a su trabajo y renegando de las cripto. Es ahí, cuando ves que la gente, aparte de ser muy codiciosa, no sabe cómo funciona un mercado financiero. Ahora mismo estamos camino a una recesión, por lo que pueden venir momentos más complicados. Pero en las cripto, nadie quiere apostar en contra. No son capaces de concebir que el mercado falle e incluso desaparezca. Cuando lo comentas, te hacen la cruz y te convierten en persona non grata.

P. Precisamente, se ha mantenido alejado de ese cliché de mostrar una vida lujosa a través de las redes. ¿Por qué ha preferido tener un perfil bajo?

R. Es curioso porque cuando vine a Suiza, mi mentor me explicó que la gente que teníamos cerca, sobre todo en los primeros meses en Ginebra, eran quizás de las personas más ricas del mundo. La renta per cápita es espectacular. Creo que de cada diez, tres son millonarios. Pero te reúnes con perfiles que aparecen en la lista de los más ricos de Forbes, y van en zapatillas y se mueven en tren. Si esta gente, que reside en el país financiero por excelencia se comporta así, es porque están creando un legado. Para mí, que tengo 28 años, es mejor eso, que gastarse un dinero que puedes invertir para el día de mañana.

P. El mercado cripto está ahora mismo en un proceso de limpia, y se ha visto con casos como el de Terra Luna o FTX. ¿Cómo lo ve?

R. Desgraciadamente, aún queda mucha estafa. De hecho, yo me he tragado más de una, concretamente en tres que fueron muy famosas en España. Cuando un mercado no está regulado pasa esto, y como los inversores no tienen mucha formación, buscan el pelotazo y caen. Aunque se regularice, pueden ocurrir cosas, sí, pero los riesgos son mucho menores. No puede ser que se te permita tradear con profesionales sin pedirte ni el DNI. Estoy a favor de que el público general pueda entrar, pero bajo normas estrictas que se cumplan.

P. Como lo sucedido con las puntocom en los años 2000, ¿no? ¿Es lo que ve ahora en el sector de las criptomonedas?

R. Creo que es una lástima, porque en este mercado hay mucho talento. Gente joven, programadores con soluciones reales. Pero hay gente muy pícara que aprovecha ese caudal de nuevos inversores para estafar.

P. Con este mensaje que lanza, ¿cuál considera que es su factor diferencial con respecto al resto del sector?

R. Que estoy a favor de la regulación. De hecho, me fui a Suiza con la intención de crear mi propio fondo de inversión, totalmente regulado. Al llegar, me preguntaron por qué, y es porque entiendo que, si queremos que el mercado cripto crezca al nivel del tradicional, hace falta regularlo, eliminar muchos proyectos y limitar el acceso para operar en él. Creo en las cripto y la blockchain, pero no en buscar el pelotazo. No me interesa que el mercado no esté regulado para aprovecharme, prefiero que se profesionalice.

P. ¿Cuándo cree que puede llegar la regulación?

R. Este año tiene muy buena pinta, porque las prisas con la regulación suelen llegar cuando se necesita dinero. Se prevé una recesión y el mercado cripto mueve mucho capital. Ya en países como Suiza hay un marco claro, y creo que se expandirá por el resto de Europa a medida que entremos en una recesión global.

P. No obstante, hay un dilema con la regulación. Para muchos, precisamente su atractivo es la descentralización. ¿Cree que esto hará que muchos inversores se vayan?

R. La descentralización es una mentira, una estrategia de marketing para captar al cliente pequeño. Es muy sencillo: yo te puedo dar un precio para controlar la red de Bitcoin entera, que puede ser desorbitado, pero existe. Y mientras haya un precio, hay una posibilidad de control. La mayoría de los nodos de Ethereum están controlados por Amazon. Si cerrase hoy, caería la red casi por completo. ¿Dónde está la descentralización entonces?

P. ¿Es posible apostar de manera sana por este sector, incluso en un ‘bear market’?

R. Sí, de hecho, para tener una buena posición hay que entrar en momentos de capitulación. Al mercado le queda mucho por crecer, pero tiene mucho que limpiar. Ahora mismo, de diez proyectos, nueve son estafas, o no llegan a nada porque no les interesa.

P. Si nueve de cada diez son estafas, ¿cómo puede acertar el inversor?

R. Es muy complicado, porque sin regulación las auditorías no llegan. Binance está intentando pasar una, pero le está costando porque hay muchos flecos sueltos.

P. Entonces, ¿lo aconsejable para un minorista es esperar a que llegue la regulación?

R. Correcto, y esta mentalidad lleva a que el sector esté en tu contra. Pero fíjate en lo graciosa que es la situación: los usuarios quieren que todo el mundo entre para poder salir, porque no quieren estar a largo plazo, sino hacer dinero rápido.

P. ¿Considera la educación financiera y formación previa como una necesidad para poder entrar en el mercado cripto?

R. No solo en las cripto, sino en el mercado financiero en general. Si se necesita de un profesional o institución que opere por ti en el mercado tradicional, ¿por qué en el cripto no?

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