La inversión sostenible ha llegado para quedarse. Además de aprovecharse de unos vientos regulatorios cada vez más favorables, también se beneficiará de enormes programas de inversión a escala mundial en las próximas décadas. De aquí a 2030, las inversiones globales ascenderán a más de 11,2 billones de euros únicamente para la transición energética, más de ocho veces el Producto Interior Bruto de España.

La inversión sostenible podría definirse como aquella que pretende aunar la rentabilidad financiera con un impacto positivo social y medioambiental. Es comúnmente conocida por las siglas en inglés ESG, que se refieren a los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza empresarial que estas inversiones buscan mejorar.

El interés entre los inversores no ha hecho más que crecer a lo largo de los últimos años de forma que la inversión ESG supone ya el 40% de los activos gestionados a nivel mundial. En promedio, un 60% de los inversores europeos declaran que quieren invertir en ESG.

Diferentes niveles de riesgo

Uno de los motivos por los que Banco Sabadell firmó un acuerdo estratégico con Amundi, la gestora número uno en Europa por activos bajo gestión y pionera de las finanzas responsables, Amundi, ofrece sus Fondos Sabadell Sostenible, que permiten invertir de forma directa en acciones y bonos combinando los criterios financieros tradicionales con los de inversión ESG. Estos fondos multiactivo invierten en acciones de empresas a nivel mundial sin restricciones geográficas, de capitalización o de divisa. El fondo Sabadell Acumula Sostenible, FI puede invertir hasta un 30% del patrimonio en renta variable, mientras que Sabadell Crece Sostenible, FI puede moverse entre el 30% y el 75%. El resto se invierte en renta fija corporativa y gubernamental, sin restricciones de rating.

Por otro lado, los criterios ESG también están presentes en otros fondos del grupo. Sabadell Economía Medicaltech, FI, un fondo de renta variable internacional que invierte en empresas de tecnologías médicas, aplica estos criterios a la hora de seleccionar las compañías que componen su cartera.