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Comenzar a invertir. La importancia del ‘con quién’

El sector está en pleno auge y la oferta de servicios y productos es cada vez mayor. Hay que saber elegir.

Comenzar a invertir no es tarea fácil. Es habitual que antes de comenzar a hacerlo, dediquemos horas a analizar en profundidad en qué valores o fondos nos interesa depositar nuestro dinero. Sin embargo, nos olvidamos de un factor clave en este camino: elegir un buen bróker.

El sector está en pleno auge y la oferta de servicios y productos es cada vez mayor. Hay que saber elegir. A la hora de invertir importa tanto saber en qué valores invertir como hacerlo a través de un buen player.

Comisiones, regulación, seguridad, trato al cliente, entre los factores decisivos

Por supuesto, la elección de uno u otro dependerá de nuestras necesidades y/o capacidades, pero antes de decidirnos debemos asegurarnos de que sabemos dónde estamos invirtiendo. No solo debemos fijarnos en las comisiones, también es importante conocer si cumple con la regulación, si es seguro y, en mi opinión, saber cómo es el trato de la plataforma con sus usuarios. Nunca sabes cuando vas a tener un problema, y cuando ese problema toca tu bolsillo, es vital contar con un humano al otro lado y no con un robot.

Puede parecer una tontería, pero si el bróker cumple con toda la regulación del país, va a ahorrarte muchos problemas y tiempo en trámites burocráticos. De igual manera, el departamento de atención al cliente es el nexo entre la empresa y el cliente. Estás confiando algo tan importante como tus ahorros, mereces un trato cercano, ser escuchado y que tomen en cuenta tu opinión.

La seguridad que te ofrezca la plataforma es otro de los factores decisivos a la hora de decantarse por una opción u otra. Antes de tomar una decisión, asegúrate de que el bróker que vas a elegir cumple con los máximos requerimientos de seguridad. Si confías en tu banco para depositar tu dinero todos los meses, ¿por qué ibas a exigirle menos a una plataforma? En HeyTrade estamos supervisados por la CNMV y, por tanto, sujetos a los mismos requerimientos de capital que cualquier entidad bancaria.

Revisar bien las cláusulas

Por último, hay que revisar bien las cláusulas. Muchos brókeres hacen un buen ejercicio de marketing para atraer clientes con falsas promesas relacionadas con la ausencia de comisiones o con el uso de derivados sin que el usuario, en muchas ocasiones, sea consciente del producto en el que está invirtiendo.

En este punto, quiero ser muy claro: es imposible que un bróker no cobre comisiones. Esas comisiones ocultas provocan que los usuarios no sean conscientes del dinero que están pagando a la plataforma, el ahorro que podrían tener con un bróker transparente y, sobre todo, deriva en una terrible sensación de engaño cuando se dan cuenta.

En mi opinión, esta es una práctica a la que debería ponerse coto. De hecho, varias entidades -entre ellas la Asociación Europea de Valores y Mercado- ya han advertido comportamientos especulativos de algunas plataformas “sin comisiones” debido a determinadas prácticas, como la recepción de PFOF (Payment for Order Flow).

En definitiva, se trata de buscar la mejor combinación de talento, producto, seguridad y tecnología. Empezar a invertir es complicado, requiere tiempo, pero igual de importante que elegir los valores en los que queremos confiar es hacerlo con la plataforma que mejor encaje con nuestra filosofía y nos de todas las garantías que estamos buscando y que nos merecemos.

*Ramiro Martínez-Pardo, CEO y cofundador de HeyTrade, posee una amplia experiencia en el ámbito ‘fintech’ habiendo liderado y fundado proyectos en pagos y financiación de empresas con anterioridad. Asimismo, ejerció como consultor tanto para el sector de gran consumo en Unilever como para instituciones financieras en Monitor Deloitte y cuenta con una extensa experiencia internacional al haber trabajado y estudiado en Europa, Asia, América, Australia y África. Es MBA por la HKUST (2015) con una beca de posgrado de la Fundación «la Caixa» y licenciado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid (2008).

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