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Los 10 mandamientos para una reputación impecable

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

Los beneficios de contar con una buena reputación son incontables. ¿Puede existir algo más satisfactorio que descolgar la llamada de alguien que ya ha decidido que quiere trabajar contigo gracias a una buena referencia? Aunque labrarse una reputación impecable en el ámbito profesional no es una tarea trivial ni que se logre en un solo día, nosotros te contamos cómo hacerlo, paso a paso, en la siguiente fotogalería.

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

1. Sé creíble e íntegro
El primer mandamiento es algo tan sencillo y al mismo tiempo tan complicado como hacer siempre lo correcto, incluso cuando nadie está mirando y no hay público delante. Eso, querido amigo, es a lo que comúnmente se le llama integridad.

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

2. Gestiona con inteligencia tu huella digital
En la era de internet controlar con ferocidad tu presencia online resulta crucial. Detrás que cada decisión importante habrá alguien tecleando tu nombre en Google, ¿sabes exactamente con qué se encontrarán?

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

3. Intégrate
Sé parte de todos los aspectos relacionados con tu negocio o sector. Acude a conferencias, participa en todas las charlas a las que se te invite y convierte tu presencia en fija en todo evento de networking.

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

4. Sé un buen líder
Los primeros que pueden contribuir a destruir o ensalzar tu reputación profesional son tus propios empleados. Asegúrate de que cuando hablen de ti en la siguiente entrevista de trabajo, o con sus amigos y familiares – que podrían ser tus potenciales clientes – lo hagan diciendo que eres un gran líder, no un tirano.

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

5. Aprovecha cualquier oportunidad para mejorar
No tengas miedo de acercarte a tu cliente, a tus compañeros o incluso a tus competidores para hacerte una idea desde fuera de cómo lo estás haciendo. A todos nos hace sentir bien que nuestra opinión se tenga en cuenta a la hora de hacer balance o de tomar decisiones importantes, y también las personas que, lejos de endiosarse, no les preocupa que los demás sepan que se esfuerzan por hacerlo lo mejor posible.

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6. Resuelve los problemas
Ponte en los zapatos de tu cliente. Entiende cuáles son sus necesidades, y encárgate de ser tú quien las cubra. Conviértete en la persona a la que sienten que pueden llamar cuando tengan un problema, porque eres capaz de solucionarlo.

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

7. Sé estratégicamente responsable
Puede sonar simple, pero es importante que establezcas cuanto antes un estándar para la comunicación. ¿Cuánto tardas en contestar a un pedido o a una duda? Si estás fuera de la oficina, ¿hay alguien te tu equipo capaz de suplantarte y ocuparse con agilidad de los problemas que surjan? ¿Cómo respondes a las emergencias? Todas estas preguntas deben tener respuestas.

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8. Sé ágil
Y si eso significa trabajar con un cierto sentido de urgencia, que así sea. Las emergencias de tus clientes son tus emergencias, siempre y cuando quieras conservarlos a tu lado. Sé el tipo de empresario que lleva a cabo las tareas con rapidez y hasta el final.

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

9. Haz lo que digas, y que lo que digas sea la verdad
A todo el mundo le gusta que aquél a quien le paga sea honesto, porque en el mundo de los negocios el riesgo es una constante. Si dijiste que devolverías una llamada a las 3 de la tarde, hazlo. Si dijiste que el pedido estaría listo a finales de semana, que así sea. Deja las excusas para tus competidores de segunda categoría, ¡estamos en la liga de los mayores!

Los 10 mandamientos para una reputación impecable

10. Asume tus errores y pide perdón
Asumir públicamente los fallos y pedir disculpas cuando las cosas no salen como deberían resulta vital a la hora de construirse una reputación. Ten claro que habrá fallos (¡muchos!), que tú y tu equipo os equivocaréis miles de veces; pero no dejes que esos errores minen la visión que los demás tienen de ti como profesional escondiéndote debajo de la mesa y sacudiéndote las responsabilidades.

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