El fundador de Facebook aseguró que el futuro será construido en África. El sistema de pago móvil ahora forma parte de la cultura de la región de Kenya. Tiene 5,3 millones de usuarios de Facebook, muchos de los cuales acceden a la red social a través de móviles.

Barack Obama ya elogió a los empresarios tecnológicos de Kenia durante un viaje el pasado julio: “Este continente debe ser un futuro centro de crecimiento global, no sólo de crecimiento africano”.

No solo es África

Este optimismo para el futuro de los mercados emergentes no se limita a África, parece que Asia también juega en esta partida. BKash, lanzado en 2011 como filial de BRAC Bank, tiene cerca de 18 millones de cuentas, la segunda en el mundo sólo con M-Pesa de Kenia por delante. Aun así, el valor de las transacciones de dinero móvil en Bangladesh fueron del 5,6% del PIB, muy inferior al 55% de Kenya.

Mark Zuckerberg no es el único inspirado en el éxito de compañías como M-Pesa y BKash, el Banco Mundial y la IFC (International Finance Corporation), la Fundación Bill y Melinda Gates y Omidyar Network están haciendo mucho por aprender de sus experiencias en el campo y replicarlo en otros países, especialmente en Asia. India, Indonesia, Vietnam, Myanmar, Camboya, Laos y muchos otros países de esta región tienen que saltar del pasado (dinero en efectivo) al futuro (fintech).

Omidyar Network es una auto-denominada “empresa de inversión filantrópica”, establecida en 2004 por el fundador de eBay, Pierre Omidyar y su esposa Pam Omidyar, la cual ha comprometido varios miles de millones de dólares a organizaciones sin ánimo de lucro y compañías con fines lucrativos en múltiples áreas de inversión, incluyendo la inclusión financiera de la zona. Además, defienden que cuando las personas toman la iniciativa de mejorar no solo tiene que ser la vida propia, pueden compartir los beneficios siendo más activos en las comunidades y ser una fuerza más positiva en la sociedad.

Según las investigaciones de uno de los Think Tanks más antiguos de EEUU se puede encontrar que los países asiáticos todavía no son tan exitosos. Bill Gates mencionó una vez que “en los próximos 15 años, la banca digital dará a los pobres más control sobre sus activos y los ayudará a transformar sus vidas”. Para el 2030, 2 mil millones de personas que no tienen una cuenta bancaria hoy harán sus pagos telefónicos. Y para entonces, los proveedores de dinero móvil ofrecerán la gama completa de servicios financieros, desde cuentas de ahorros que devengan intereses hasta créditos o seguros.

El contexto

Los bancos tradicionales no pueden permitirse servir a los pobres debido a sus costos. Es por eso que 2.500 millones de adultos no tienen actualmente una cuenta bancaria. Entonces, ¿por qué Asia está rezagada en esta área?

En primer lugar, la falta de capital y los inversores que quieren invertir en fintech para los no bancarizados. En segundo lugar, la falta de talento. Esta cuestión está estrechamente relacionada con un tercer reto: la falta de infraestructura. La disponibilidad de plataformas BaaS (banco como servicio) y APIs abiertas en el mercado es también uno de los mayores factores para que los países no bancarizados se unan al mundo de los fintech. La apertura de los reguladores también es una tarea pendiente.