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Amazon y el nuevo concepto de privacidad


La compañía de “bloqueo inteligente” August y la firma Garageio, dos startups vinculadas a Amazon, están investigando maneras de permitir que las personas que entreguen los paquetes puedan hacer el trabajo aunque no haya nadie en casa, según una información publicada en el blog de tecnología The Information.

Por un lado, la capacidad de entregar los artículos, incluso cuando los receptores no están en casa, es una oportunidad de oro para Amazon. Por otro lado, permitir a una empresa entrar a entregar un paquete en casa del cliente se rinde en la idea de la privacidad de la propia casa.

No resultará una política de puertas abiertas. El portal Wareable informa que August está desarrollando una tecnología basada en cerraduras inteligentes que permitieran abrir las puertas durante ciertas horas de tiempo en las que el cliente autorice la entrada, usando pines temporales o a través de los teléfonos inteligentes.

Aún así, dejar entrar en el propio hogar requiere un cierto nivel de confianza hacia una empresa (ya sea una startup o Amazon) ya que la gente no conoce al personal de entrega.

La idea de que, cada vez, es más necesario comprometerse a fusionar comodidad y privacidad es una cuestión de debate común, sobre todo en las áreas de banca online y redes sociales.

Los hogares inteligentes y el uso de Internet plantea nuevas preguntas. En un diagnóstico educativo de Pew, publicado en enero, un termostato inteligente que compartía datos básicos fue visto por los encuestados como la invasión de la privacidad menos aceptable, en comparación con los escenarios tales como las cámaras de vigilancia de oficinas o tarjetas de fidelidad al por menor.

Desde la perspectiva del portal Business Insider, no hay nada de malo en que Amazon desarrolle una tecnología que permita al personal de entrega entrar en las casas, siempre que haya un consentimiento previo. Sin embargo, vale la pena reconocer que esto podría ser una manera nueva en la que sacrificamos la privacidad a favor de la comodidad, siempre que estemos dispuestos a aceptarlo.