Por otro lado se confirma una mejora en las pérdidas por deterioro de activos que han alcanzado los 19 millones, en relación a los 37,2 del año anterior; mientras que los gastos de personal se han incrementado hasta los 111,2 millones de euros. En un banco que semanas atrás fue catalogado por la Corporación Federal del Seguro de Depósitos estadounidense fue calificado de alto riesgo, estas cifras no suponen precisamente un respiro, pero sí implican una adecuada posición para hacer frente al futuro más cercano.
A nivel global, el Deutsche Bank, primer banco de Alemania, acusó tanto los bajos tipos de interés como las circunstancias de un mercado difícil y cerró el primer semestre con una caída de sus beneficios del 83% respecto al mismo periodo de 2015. Ello se traduce en un beneficio atribuible fue de 232 millones de euros.