Parece que muchos empleadores, al menos, los gerentes que dirigen las empresas, están atrapados en algo muy parecido a la antigua manera de proceder. Este es uno de los mensajes de las investigaciones más recientes en tendencias de imagen. Se sugiere que las empresas corren el riesgo de perder sus empleados más fieles por no proporcionar la orientación profesional y la planificación adecuada. La encuesta trimestral de los solicitantes de empleo, que evalúa los cambios en curso a la composición de la fuerza laboral del Reino Unido, muestra que los empleados más jóvenes valoran la amplia experiencia y conocimientos en los tradicionales caminos. Mientras que tres cuartas partes de los empleados con edades comprendidas entre 16 y 34 les gustaría permanecer en sus organizaciones actuales, dos tercios afirmaron no ser conscientes de las oportunidades de trabajo disponibles dentro de sus empresas.
Tim Drake, Director de Gestión del Talento en Hudson, aseguró que “los empleados más jóvenes son realmente muy leales a sus empleadores y buscan mejorar las cualificaciones y ampliar su experiencia como medio de navegación por el nuevo mundo del trabajo. Las empresas tienen que adoptar un enfoque más fluido al desarrollo de la carrera, dando a los empleados más jóvenes la oportunidad de desarrollar planes de carrera adaptados a mejorar sus necesidades y ambiciones”.
Los empleadores también deben ser más conscientes de cómo las prioridades de los empleados cambian de acuerdo a sus circunstancias. En el informe Hudson indica que existe una inquietud entre los empleados más jóvenes deseosos de diversificar sus carreras, con un 41% de sensibilidad en adquirir experiencias más amplias. Reforzando este punto, el estudio revela que el 62% de los empleados mayores de 35 años están dispuestos a permanecer en su puesto actual, casi la mitad no quiere tener una carrera dentro de su organización y sólo el 25% está más interesados en adquirir experiencia fuera.
La encuesta encontró que el 62% de los empleados de entre 16 a 34 años de edad estaría feliz trabajando en el extranjero, en comparación con el 39% de los trabajadores de más edad, y dos tercios del grupo de edad más joven piensa que probablemente sean trabajadores autónomos en un futuro próximo. Drake añadió: “Las empresas de alto crecimiento son impulsadas por los empleados que prosperan en el mundo a un ritmo rápido, transformado. Proporcionar oportunidades para progresar y diversificarse se encuentra en el corazón de esta forma de pensar”.
Esto es bastante plausible. Pero también es importante tener en cuenta que la edad no es el único factor diferenciador entre los empleados. Ambos tienen dependencia, lo cual crea una influencia en la determinación de su forma de trabajo. De hecho, los líderes que ven a sus empleados como simples edades o generaciones están en el camino equivocado. Todas las buenas organizaciones son una mezcla de experiencia y actitud juvenil. Los mejores son los que consiguen el equilibrio adecuado y logran mantener satisfecho a cada grupo, interesado y comprometido. Y eso significa realmente la comprensión de ellos en lugar de sólo tener un departamento de recursos humanos que conoce cuántas personas están en cada grupo.