Tras el belicismo arancelario de Donald Trump y la llegada del covid-19, el último año ha sido muy complicado para las empresas españolas con interés en el mercado estadounidense. Pero con la llegada de un nuevo residente a la Casa Blanca, “se espera una mayor apertura del mercado, que ha quedado demostrada con la suspensión acordada por Estados Unidos y la Unión Europea de los aranceles cruzados derivados de las penalizaciones autorizadas por la Organización Mundial del Comercio”, analiza el CEO y fundador de la consultora Markentry USA, Gonzalo García.
Además, García, que es experto en apoyar a las compañías a establecerse en suelo estadounidense, constata que decisiones como la orden presidencial firmada por Joe Biden que cancela, por su perjuicio a la industria, algunas de las limitaciones a la inmigración impuestas por su antecesor sirven para alentar a las compañías españolas a tomar posiciones en algunos sectores.
Uno de los sectores clave en las próximas décadas será el energético. En este sentido, las multienergéticas españolas Naturgy e Iberdrola han realizado movimientos estratégicos en los últimos meses. Tras la elección de Joe Biden, la gasista adquiría el pasado mes de enero el 100% de Hamel Renewables, por 57 millones de dólares. Iberdrola, por su parte, recibía el pasado 8 de marzo la aprobación de su proyecto eólico de aerogeneradores marinos a través de su filial Avangrid. Con una capacidad de 800 MW y gracias a una inversión de 2.800 millones de dólares, la española proveerá de energía limpia a Massachusetts a partir de 2023. “Será la primera planta de estas características en EE UU y demuestra la gran competitividad de la tecnología española en energías renovables”, afirma García.
En el terreno de las infraestructuras, firmas como ACS, Ferrovial o Renfe se podrán beneficiar, como hemos dicho, de las iniciativas enunciadas por el nuevo gobierno para implantar líneas de tren de alta velocidad en EEUU. Las opciones se presentan “incluso explorando nuevas tecnologías, como refleja el reciente acuerdo de Ferrovial con HyperloopTT”, argumenta el experto. Con esta firma el pasado mes de diciembre, la compañía presidida por Rafael del Pino sellaba su alianza con la tecnológica para analizar oportunidades, entre las que se incluye el denominado Great Lakes Hyperloop, que unirá las ciudades de Chicago, Cleveland y Pittsburgh.
Pero más allá de estos dos importantes sectores, la era Biden supone también el regreso de los productos ‘made in Spain’ al país. “Los productores y exportadores españoles de vinos, aceitunas, aceite y quesos están muy pendientes de la evolución de las negociaciones. Han celebrado el anuncio del 5 de marzo de la suspensión de aranceles punitivos impuestos por Trump en los últimos años, como castigo por las ayudas públicas europeas a Airbus”. Se espera que la medida pueda venir acompañada de otras similares y que, incluso, se reabran en algún momento conversaciones para un tratado de libre comercio entre la UE y EE UU (TTIP), que no llegó a cerrarse durante la era Obama. Sin embargo, “el riesgo de presiones proteccionistas del tipo Buy American está ahí, aunque Biden ha demostrado durante su larga etapa en el senado y sus ocho años como vicepresidente que cree en las economías abiertas”.
Entre las firmas del sector sanitario, farma y de la biotecnología, hay buenas perspectivas para compañías como RubiconMD, OncoHeroes y Grifols. En el sector sanitario y de biotecnología las oportunidades “son inmensas” y están siendo aprovechadas, principalmente, por las startups y pequeñas empresas. “Existe un enorme interés en este sector por parte de inversores de capital riesgo estadounidenses. Un ejemplo es RubiconMD, establecida en Nueva York por el emprendedor español Carlos Reines y con filial en España”, señala el CEO de Markentry USA. La iniciativa conecta a médicos de atención primaria con especialistas y se ha visto beneficiada de manera significativa por el impulso de la telemedicina. “Otro buen ejemplo es OncoHeroes, creada en Boston por el emprendedor barcelonés Ricardo García. Es la única en el mundo especializada en el desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer infantil”.
Por su parte, la cotizada española Grifols pagaba 64 millones de euros, el pasado 9 de marzo, por la porción que no controlaba de la biotecnológica estadounidense GigaGen, tras su adquisición en julio de 2017. La compañía de hemoderivados amplía así su apuesta el I+D+i en EEUU, a través de su filial Giant (Grifols Innovation and New Technology).