Los propietarios de viviendas han recurrido a esta táctica poco corriente como respuesta a los rumores generalizados de que las autoridades locales van a implementar políticas más estrictas para frenar la especulación inmobiliaria y el alza de precios de la vivienda.

Bajo las reglas actuales, los residentes de Shanghái que compren una segunda casa tienen que pagar una señal de hasta el 70%, mientras que los que compran una vivienda por primera vez solo tienen que pagar el 30%.

El retorno de la inversión para las propiedades residenciales puede ascender al 13% en Shanghái, según Yunfang Data, una consultoría inmobiliaria de Beijing. Las parejas que quieran aprovechar la señal más baja –el 30%- están optando por un rápido divorcio después de comprarse la primera vivienda juntos. Después de la separación, se registrarían sus hogares con el nombre uno de los ex cónyuges, dejando al otro comprar una nueva vivienda como “primera vez”. Después, las parejas se vuelven a casa.

Incluso las propiedades compradas antes del matrimonio contarían como patrimonio familiar, lo que significa que, una vez casados, si la pareja desea comprar otra casa nueva (juntos), tendrán que vender su propiedad. De lo contrario tendrían que pagar una cuota inicial de hasta el 70%. En Shanghái, las casas ahora cuestan alrededor de 40.000 yuanes (6.000 dólares) por metro cuadrado. Para muchos recién casados, la compra de una propiedad significa desembolsar una gran parte de sus ahorros.

Desde la semana pasada, ha habido especulaciones sobre que el gobierno de Shanghái quiere cerrar la brecha aplicando ese 70% de señal a las parejas recién divorciadas, para no beneficiarse de las tarifas más bajas hasta que no se hayan cumplido 12 meses de su divorcio.

Las transacciones diarias para nuevos hogares aumentaron de 1.173 viviendas a 2.000 en una semana, según E-House China R&D Institute, una consultora inmobiliaria con sede en Shanghái.

La gente continúa poniendo dinero en el sector inmobiliario, ya que considera que es la mejor inversión, en comparación con la montaña rusa que están viviendo los mercados de valores de China. El julio pasado, la bolsa de Shanghái perdió un tercio de su valor en cuestión de semanas después de ganar un 150% el mes anterior.