“Por qué estás interesado en este puesto?” puede parecer una pregunta banal u obvia, pero nada más lejos de la realidad: procura que no te pille con la guardia baja o el resultado puede ser letal para tus pretensiones laborales. Aunque no lo creas tu respuesta permitirá al recruiter saber mucho sobre ti: tus aspiraciones, tus capacidades, tu cultura, tus prioridades e intereses. En otras palabras: no es una pregunta en la que quieras meter la pata. Para empezar, evita terminantemente los siguiente errores comunes:
1. No mencionar a la compañía
Por descuido puedes olvidar este pequeño detalle. Centrarte en lo que consiste el trabajo en sí – ya sea escribir, programar o diseñar – y olvidar por completo la empresa en cuestión. ¡Cuidado! Este pequeño despiste puede costarte la entrevista. Piénsalo: tendrás la oportunidad de hablar de tus pasiones y habilidades en cualquier otro momento, pero ahora toca hablar de la compañía: qué te gusta de ella, por qué te atrajo, qué la hace diferente al resto bajo tu punto de vista, qué te puede aportar y, muy importante, qué puedes aportar tú a ella. En definitiva: no se trata de qué te gusta hacer o de qué sabes hacer, sino de cómo crees que puedes aplicar ambas cosas a esa empresa en particular.
2. Hablar solamente de ti
Este error es especialmente común porque, bueno, eso es en realidad lo que nos están preguntando, ¿no? ERROR. Puede que este trabajo vaya a darte la oportunidad de profundizar en tus conocimientos de márketing, o de mejorar tu capacidad de análisis, y es genial, pero no es lo que el recruiter quiere escuchar ahora mismo. Por el momento, él o ella no está pensando tanto en ti como en la compañía para la que trabaja. ¿Cuál es la solución? Muy sencillo: trata de dejar tu propio interés a un lado y habla de tu entusiasmo por contribuir con tus habilidades a una empresa tan [ insertar piropos aquí ].
3. Sacar a colación cosas que carecen de interés
La presión y los nervios del momento juegan malas pasadas, por lo que en ese instante puede que lo primero que te salga decir es que te interesa ese trabajo porque te pilla cerca de casa, por el horario flexible que ofrece a los trabajadores o por el suculento sueldo que lleva aparejado. Todo eso está muy bien pero – esperamos -, no son las únicas razones por las que ansías ese puesto… ¿verdad? No desperdicies la oportunidad de contar cosas más interesantes.
4. Contestar la pregunta equivocada
¿Alguna vez has tenido una cita con una de esas personas que no son capaces de hablar de su ex? Pues bien, resulta que, por increíble que te parezca, puede ocurrir lo mismo durante una entrevista de trabajo. Haz lo posible por no ser esa persona que no puede evitar hablar todo el rato de por qué odiaba su antiguo trabajo. Por mucho que la razón por la que estás buscando uno nuevo esté directamente relacionada con tu anterior posición, mientras tengas al recruiter delante haz lo posible por centrarte solo en el futuro.
En conclusión, puede parecer ésta una preguntita inocua, pero no lo es en absoluto. Haz lo posible por responderla estratégicamente, sin perder de vista con quién estás hablando: puede ser capaz de cambiar radicalmente la visión del reclutador de tu candidatura. ¡Mucha suerte!