*Esta es una adaptación del artículo ‘The Companies That Teach Their Employees How To Sleep’, escrito por Andrew Cave para Forbes USA.
El fisiólogo del sueño Guy Meadows asegura que cada vez son más las personas que no duermen bien y, después, no desempeñan un alto rendimiento en sus trabajos. A juzgar por el número de organizaciones que han firmado enviar a sus empleados a la Sleep School que Meadows tiene en Londres, parece que muchos empresarios también están de acuerdo con esta afirmación.
A Meadows se le ocurrió la idea cuando estaba investigando tratamientos para el insomnio crónico y es pionero de un nuevo enfoque llamado terapia de aceptación y compromiso (ACT), una forma de terapia cognitiva conductual que busca cambiar el comportamiento humano en relación a las molestias sufridas.
Su clínica lleva formando médicos para tratar pacientes con este enfoque desde el año 2005, pero en los últimos años se dio cuenta de que la demanda había aumentado por parte de las organizaciones.
“Le hacen encuestas a los empleados y descubren que sus empleados tienen dificultades para dormir”, asegura Meadows. A raíz de este aumento de la demanda, la Sleep School comenzó a impartir lo que el doctor llama “educación para el sueño”, bajo el lema “dormir para cumplir”.
“El objetivo es permitir a los empleados mejorar en su rendimiento por el día enseñándoles a dormir bien por la noche”, comenta Meadows. “Parece que hay una relación íntima entre la forma en la gente duerme por la noche y cómo realizan al día siguiente su trabajo, en lo resistentes que son al estrés”, añade el doctor.
Para ayudar a los empleados, la Sleep School ha definido tres aspectos clave: lo bien que están por la noche, lo resistentes que son al estrés durante el día y su capacidad de transición del trabajo a casa y para conectarse con su vida personal. “El objetivo es que cuando las personas están realizando tareas en las tres áreas, el buen desempeño sea un efecto en cadena”, asegura Meadows.
Además, el programa estudia el sueño de los empleados y les proporciona una aplicación que recoge datos de sus patrones de sueño, de manera que el estudio individual puede ser más completo.
“Ahora hay investigaciones que demuestran que el sueño es esencial para centrarse y dar soluciones creativas a los problemas, comunicarse correctamente, recuperar la memoria y evaluar riesgos”, asegura Meadows, por eso las empresas acuden a su clínica.
Las encuestas realizadas por la escuela a sus alumnos antes y después de los cursos revelan que el 88% experimenta mejoras, el 59% cree haber mejorado su capacidad para manejar sus tareas diarias y el 81% considera que es más capaz de separar de separar su trabajo y su vida personal.
Por último, el doctor Meadows, considera que no hay reglas rígidas sobre la cantidad de horas que las personas deben dormir, aunque el promedio óptimo está entre las siete y las ocho horas por noche. Sin embargo, indica que aproximadamente el 1% de la población puede desempeñar sus tareas con sólo cuatro horas de sueño.
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