Todo pasa por un intercambio decisivo: 1.200 millones de deuda (gran parte del endeudamiento total) por acciones de la compañía. Presidente y vicepresidente, Luis Delso y José Gomis respectivamente, rebajarán su participación del 55% a solo el 5% de la constructora. Los bancos y otros propietarios de deuda se harán entonces con el control del 95% del capital. La compañía espera contar con la adhesión de la mayoría de acreedores para poder emprender el plan.
Para liquidar el resto de la deuda se emprenderá una reestructuración a cinco años de la misma, que cuenta con la venta de buena parte de los activos del grupo. Con el fin de asegurar su futura viabilidad Isolux también cuenta con el compromiso de los bancos de aportar hasta 200 millones de euros que garanticen el respaldo y tranquilidad necesarios para seguir en el mercado.