Enagás ha obtenido un beneficio de 444 millones de euros en 2020, un 5,1% más que en el ejercicio anterior, cumpliendo así sus objetivos por decimocuarto año consecutivo, apuntan desde la compañía.
Este resultado, puntualizan, ha sido posible gracias a la eficiencia en la gestión del Sistema Gasista español, al esfuerzo en el control de gastos operativos y financieros, a la contribución de las sociedades participadas, y a un resultado positivo no recurrente de 18,4 millones de euros por diferencias de tipo de cambio.
La compañía presidida por Antonio Llardén, que cuenta con más de un 80% de la deuda a tipo fijo, ha registrado un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 174,8 millones de euros, un 7,9% más que el año anterior.
El resultado de las sociedades participadas ha ascendido a 174,8 millones de euros, un 7,9% más que en 2019, cuando registró 162,1 millones.
Por su parte, la cifra de los flujos procedentes de operaciones (FFO) a cierre de 2020 fue de 687,4 millones de euros, un 8,9% inferior a la obtenida en el año anterior. La compañía ha puntualizado que esta reducción se explica, entre otros efectos, por la evolución de los ingresos regulados, impactados en 25,3 millones de euros.
Un 5% más en dividendos
Enagás ha presentado su Actualización Estratégica 2021-2026. En el ámbito internacional, la compañía estima que sus sociedades participadas aportarán un dividendo anual medio de 250 millones de euros, gracias a que se trata principalmente de activos internacionales regulados o protegidos por contratos a largo plazo (ship or pay).
La sólida generación de caja permite a la compañía, en este contexto de crisis, mantener su política de dividendo hasta 2026. Enagás ha incrementado su retribución al accionista en un 5% en 2020, hasta 1,68 euros por título, mantiene su estimación de un 1% anual de crecimiento para 2021, 2022 y 2023, y se compromete a conservar un dividendo sostenible de 1,74 euros por acción para el periodo 2024-2026.
La demanda de gas, la segunda mayor desde 2012
La red gasista ha funcionado en máximos de disponibilidad técnica y comercial. En 2020, han descargado 238 barcos metaneros de 14 orígenes diferentes en las plantas de GNL. La actividad de regasificación en las terminales del Sistema ha sido de 220,8 TWh y, a 31 de diciembre, la contratación de capacidad en los almacenamientos se situaba alrededor del 95%.
El pasado año, la demanda total de gas natural creció en España un 3,1% con respecto a 2018, situándose en los 360 TWh. A pesar del impacto de la COVID-19 y de ser un año relativamente cálido, esta cifra de demanda es la segunda mayor desde 2012 y un 5% superior a la prevista por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) en su escenario objetivo para el pasado ejercicio.
Por otro lado, el gas natural ha sido crucial en enero de 2021 para asegurar el suministro energético durante la mayor ola de frío vivida en nuestro país en los últimos años, que provocó un crecimiento exponencial de la demanda de gas natural residencial de hasta el 30%, batiendo records históricos.
Cero emisiones en 2040
Enagás ha decidido adelantar su objetivo de ser neutra en carbono a 2040, diez años antes de su estimación de hace solo un año.
Entre 2014 y 2020, la compañía ha reducido un 63,2% sus emisiones gracias a la aplicación de un plan técnico, con objetivos definidos y procesos de medición rigurosos.
Junto con los principales Transmission System Operators (TSOs) europeos, está trabajando en el análisis de las necesidades derivadas del desarrollo del hidrógeno verde en Europa. Según la iniciativa European Hydrogen Backbone, la necesidad de infraestructuras de hidrógeno para su transporte en Europa podría llevar a una inversión incremental de Enagás de entre 4.200 y 6.300 millones de euros entre los años 2025 y 2040.
La futura red de hidrógeno aprovechará en gran medida las infraestructuras de transporte existentes, para desarrollar todo el potencial de producción de hidrógeno verde y cubrir tanto la demanda interna como la de exportación al resto de Europa.