1. Equilibrio entre la vida y el trabajo
Según la OCDE, Dinamarca también se hace con el oro en lo que al equilibrio entre la vida laboral y familiar se refiere. En este país se trabaja unas 1.563 horas al año, bastante por debajo de la media de la OCDE, que se sitúa en 1.739 horas. La semana laboral oficial dura 37 horas, y las horas extra son compensadas en todo caso, bien económicamente o bien con tiempo de descanso. Además, los daneses dedican el 68% de su día (o 16.3 horas) a sí mismos y su tiempo libre.
2. Permisos de maternidad generosos
El permiso de maternidad dura 98 días (14 semanas), durante el cual las madres reciben una prestación igual al 80% de su salario.
3. Tasa de paro insignificante
Según la OCDE en Islandia (el tercer país más feliz del mundo), el 82% de la población activa entre 15 y 64 años están empleados. Este porcentaje les sitúa bastante por encima de la media de los países de la OCDE, que es sólo el 65%. Sin duda, algo a lo que aspirar.
4. Igualdad de género
Los noruegos (que viven en el cuarto país más feliz del mundo) ocupan el primer puesto a nivel mundial en lo que se refiere a igualdad entre hombres y mujeres, de acuerdo con el Human Development Index. Sin embargo, la perfección no existe (de momento), e incluso en Noruega las mujeres ganan solo 86 céntimos por cada dólar que gana el hombre.
5. Jornadas laborales razonables
De acuerdo con la OCDE tan solo el 4% de los finlandeses afirman trabajar durante muchas horas. Una cifra bastante inferior a la media global, que se sitúa en el 13%. Así que, si temes estar convirtiéndote en un workaholic y has llegado a plantearte instalar un colchón hinchable en tu oficina, piensa en mudarte a Finlandia (el quinto país más feliz del mundo).