Santander ha cerrado 2020 con unas pérdidas históricas de 8.771 millones de euros debido a las provisiones dotadas por la crisis de la COVID-19 y a los saneamientos que tuvo que asumir por el deterioro del valor de algunas filiales y los costes de reestructuración, entre ellos los de España.
En concreto, el banco ha realizado una actualización del fondo de comercio por inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs) por valor de 12.600 millones de euros, sin efecto en caja, y nuevos cargos en el cuarto trimestre, 1.146 millones de euros, vinculados, principalmente, con los costes de reestructuración en España.
Santander obtuvo un beneficio ordinario de 5.081 millones de euros en 2020, un 38% menos en euros corrientes, debido al aumento de provisiones vinculadas a la pandemia, mientras que la ratio de capital CET1 subió hasta el 12,34%, “muy por encima”, según el banco, del rango objetivo del 11-12%.
Así lo explicaba la presidenta del Grupo, Ana Botín, en una rueda de prensa remota junto con el consejero delegado, José Antonio Álvarez, al tiempo que reclamaba al Gobierno que dé ayudas directas a los autónomos, las pymes y las empresas más afectadas por la pandemia, “lo antes posible”, como han hecho otros países.
La directiva ha subrayado durante su intervención que la vacuna es “la política económica más importante para 2021“.
“No podemos bajar la guardia, pero mi visión a medio plazo es de un optimismo realista. El éxito de la vacunación actuará como un fuerte catalizador de la recuperación económica”, ha asegurado.
Ingresos estables
Pese al difícil entorno, los ingresos se mantuvieron en línea con los de 2019 y el beneficio antes de provisiones subió un 2% en euros constantes
El margen de intereses y los ingresos de clientes se mantuvieron estables en 31.994 y 42.009 millones de euros en el año, respectivamente, gracias al crecimiento del 6% de clientes vinculados, hasta 22,8 millones, al tiempo que el beneficio antes de provisiones (margen neto) aumentó un 2%, hasta 23.633 millones de euros.
Las dotaciones por insolvencias subieron en 2.852 millones de euros en el año, hasta 12.173 millones, principalmente con motivo de la pandemia. Sin embargo, el coste del crédito fue del 1,28%, en línea con la previsión mejorada que se anunció el trimestre anterior.
Los costes de explotación cayeron un 2%, un 5% sin inflación, lo que permitió al banco mantener la ratio de eficiencia en el 47%.
Asimismo, la ratio de morosidad cayó 11 puntos básicos en el año, hasta el 3,21%, mientras que la ratio de cobertura fue del 76%.
El uso de servicios digitales siguió acelerándose, en parte debido a la pandemia. El banco tiene actualmente 42,4 millones de clientes digitales (+15%), de los que 35 millones usan banca móvil (+21%).
Casi la mitad de las ventas (44%) se produjeron mediante canales digitales, ocho puntos porcentuales más que en 2019. El objetivo a medio plazo de Santander es alcanzar más del 50% de ventas digitales.
Sudamérica, mercado clave
El banco ha destacado que la diversificación geográfica y de los negocios del grupo volvieron a dar “gran capacidad de resiliencia” a los resultados en un año marcado por la pandemia de la covid-19.
Los mercados del banco en Europa contribuyeron un 37% al beneficio ordinario en 2020, mientras que Sudamérica aportó un 42% y Norteamerica, el 21%.
Por su parte, los negocios globales, Santander Corporate & Investment Banking (Santander CIB) y Wealth Management & Insurance, obtuvieron muy buenos resultados. El beneficio ordinario de Santander CIB creció un 23%, gracias a la elevada actividad en todos los segmentos y en todas las regiones.
En España, el beneficio ordinario fue de 517 millones de euros, un 67% menos, por las mayores dotaciones, que se vieron parcialmente compensadas con el ahorro de costes (-10%).
Caída del beneficio en el cuarto trimestre
Entre septiembre y diciembre, la entidad presidida por Ana Botín obtuvo un beneficio atribuido de 277 millones de euros, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El beneficio ordinario del cuarto trimestre fue de 1.423 millones de euros, un 16% menos frente al tercer trimestre (-18% interanual), dado que la mejora en el margen de intereses (+4%) se vio contrarrestada por la contribución al fondo de garantía de depósitos en España y el impuesto bancario en Reino Unido, además de por las mayores provisiones.
Dividendo en efectivo
Tras haber abonado 0,10 euros por acción mediante acciones nuevas el pasado noviembre, el consejo tiene la intención de pagar otros 2,75 céntimos de euro en efectivo por acción correspondiente a 2020.
El consejo tiene la intención de recuperar un payout de dividendo en efectivo del 40-50% del beneficio ordinario en el medio plazo.
Sobre la remuneración con cargo a los resultados de 2021, la intención es volver a pagar dividendos cuando las recomendaciones del Banco Central Europea (BCE) lo permitan, en línea con lo anunciado en abril de 2020.
“Los resultados de 2020 reflejan la resiliencia y fortaleza del modelo de negocio y de la estrategia de Santander. El beneficio antes de provisiones está en línea con el de 2019 en euros constantes y hemos obtenido un resultado ordinario de más de 5.000 millones de euros en un entorno muy difícil. Agradecemos a todos los equipos su excepcional dedicación y apoyo a sus compañeros y a nuestros clientes”, ha resaltado Botín.
Asimismo, ha subrayado que la “fortaleza” del balance se refleja en los diferenciales de los CDS del banco, que se mantienen cerca de sus mínimos históricos.
“La calidad crediticia sigue siendo fuerte y la ratio CET1 está ahora muy por encima de nuestro rango objetivo”, ha señalado.
Objetivos 2021
De acuerdo con las previsiones económicas actuales del FMI y de la OCDE, el objetivo de la entidad para este 2021 es reducir el coste del crédito y lograr un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario del 9-10%.
“Hemos demostrado que nuestra estrategia, nuestra escala y nuestro modelo de negocio son un buen punto de partida. En adelante, la transformación hacia One Santander, la expansión de PagoNxt y el Digital Consumer Bank nos permite tener la confianza de reiterar nuestros objetivos a medio plazo de alcanzar un RoTE de entre el 13 y el 15% y de pagar un payout en efectivo del 40-50%, sujeto a la recomendación del regulador al sector”, ha afirmado.