La situación económica del Barcelona es crítica: el club tiene una deuda bruta de 1.173 millones de euros, de los cuales debe pagar 730 millones a corto plazo –126 millones son pagos pendientes a otro clubes por los fichajes realizados.
No obstante, LaLiga cifra la deuda del conjunto azulgrana en 820 millones, ya que sólo incluye deuda bancaria, deportiva e inmobiliaria, por lo que no computa deudas con jugadores, impuestos o proveedores.
El delicado estado de la tesorería azulgrana queda reflejado en la memoria anual de cuentas del Barça, publicada por el equipo de fútbol recientemente, y que recoge los pagos que debe hacer esta temporada por fichajes realizados en las últimas campañas y los ingresos previstos por ventas.
En concreto, el informe refleja lo adeudado por el Barça a 30 de junio y se desconocen los plazos de pago de algunas de esas operaciones, pero en su global el club debe hacer frente a estas cuantías durante el presente ejercicio.
El mayor problema son las amortizaciones y fichajes que tiene pendientes, amén de créditos solicitados, hasta el punto de que 266 millones (de los que 90 son al fondo Goldman Sachs) deben estar pagados en junio de 2021. La garantía que pusieron sobre la mesa para estos créditos es la filial que lleva el merchandising del equipo: en caso de no pagar, pasaría a ser propiedad de los acreedores.
La deuda a corto plazo de 126 millones que debe el Barcelona a otros clubes la explica el traspaso de 19 futbolistas. Así, el equipo culé debe pagar más de 29 millones al Liverpool por Coutinho, 16 millones al Ajax por Frenkie De Jong, casi 10 millones al Girondins de Burdeos por Malcom o 5 millones al Atlético Griezmann.
En este sentido, el programa Què T’hi Jugues, de SER Catalunya, afirma que el Barcelona tiene un fondo de maniobra negativo, por lo que, aún vendiendo todo su patrimonio, no cubriría toda su deuda.
Las rebajas llegan al terreno de juego
Los jugadores del Barcelona han llegado a un acuerdo con el club para rebajar sus salarios en 122 millones este año y en 50 más en variables en los tres próximos ejercicios.
Y es que la falta de ingresos ha hecho que la masa salarial se dispare. Según estas cuentas, que aún pertenecen a los últimos ejercicios de la presidencia de Josep María Bartmeu, el Barcelona se gasta en sueldos un 74% de lo que mete en caja. El balance del club implica que, técnicamente, está en quiebra, si bien aún tienen un poco de margen.
La situación es tan crítica que el Barcelona cuenta con que el público vuelva al estadio en febrero, porque si no, las cuentas no salen. Calculan unos ingresos en el Camp Nou de unos 56 millones, si tienen al menos un 25% de aforo en febrero y un 50% en mayo.
