Hace casi un año, la startup china de inteligencia artificial DeepSeek sacudió al mundo, los mercados financieros y la industria de la inteligencia artificial con su modelo de IA de código abierto y bajo coste. Su lanzamiento supuso un primer golpe a la incipiente burbuja alrededor de esta tecnología. Aunque las restricciones impuestas a China para acceder a los chips de Nvidia parecían haber frenado su avance, cada vez surgen más informaciones y hipótesis que indican que DeepSeek podría tener prácticamente listo su nuevo modelo gracias a la obtención de contrabando de los superchips Blackwell de Nvidia.
Según The Information y El Economista, DeepSeek estaría desarrollando su próximo modelo de IA usando “miles de chips Nvidia Blackwell prohibidos” para China. Aunque en el sector ya se conocía indirectamente que la compañía estaba avanzando en secreto, la noticia sorprende al considerar que estos superchips, diseñados para la nueva generación de IA, no debían estar disponibles para empresas chinas.
Si esta información se confirma, no solo situaría a DeepSeek dentro de la carrera global de la IA, sino que podría colocarla a la cabeza en capacidades técnicas. Esto genera preocupación sobre las enormes inversiones que se están anunciando en inteligencia artificial, ya que cada vez más voces alertan sobre una posible sobrevaloración del sector y un riesgo de burbuja financiera.
El impacto de DeepSeek ya se sintió en enero de 2025. Con solamente presentarse en sociedad, provocó un auténtico terremoto en los mercados: el 27 de enero de 2025, los inversores vendieron masivamente valores ligados a la IA. El Nasdaq cayó hasta un 5% en la sesión, perdiendo cerca de un billón de dólares en capitalización en el Nasdaq 100. Nvidia, referente en IA, se desplomó un 17%, borrando casi 600.000 millones de dólares de valor bursátil, la mayor caída diaria de la historia de Wall Street.
El mercado interpretó la irrupción de DeepSeek como un momento Sputnik, una señal de que China podía disputar el liderazgo en IA no solo por capacidades técnicas, sino también por eficiencia económica, ofreciendo modelos abiertos que abaratan el acceso a esta tecnología. En aquel momento, la startup contaba con limitaciones para acceder a los chips clave de Nvidia, aunque se había aliado con el hedge fund chino High-Flyer, que había acumulado 10.000 GPUs Nvidia antes de las prohibiciones estadounidenses.
Actualmente, se presume que DeepSeek habría recurrido al mercado negro para conseguir los superchips Blackwell, mientras que Trump autorizó a Nvidia el envío de una versión anterior, el H200, con menos memoria y menor ancho de banda. Los Blackwell, en cambio, están diseñados para la IA generativa de nueva generación, con modelos más grandes y eficiencia superior, lo que podría situar a DeepSeek en una posición de ventaja frente a sus competidores internacionales.
