Para Chandler Malone y Sam Aguilar, la inteligencia artificial (IA) ofrece buenas y malas noticias. Las malas, por supuesto, incluyen la posibilidad de eliminar miles de puestos de trabajo. Pero para los emprendedores, también es muy prometedora, ya que ofrece formas de poner en marcha empresas y crear plataformas mucho más rápido que nunca.
Eso es lo que les llevó a pensar en el potencial del uso de la IA para ayudar a los futuros emprendedores que tienen una idea, pero poco más. Con ese fin, en agosto lanzaron Bootup Studios, una plataforma de IA destinada a ayudar a los fundadores novatos a pasar del concepto inicial al descubrimiento de clientes, el desarrollo de productos y la estrategia de comercialización. Además, los agentes de IA echan una mano para ayudar a completar las tareas diarias necesarias para que todo esto sea posible. «Estamos ayudando a las personas a pasar de ser desplazadas por la IA a empoderadas por ella», afirma Malone.
«He visto muchas empresas con diferentes herramientas de IA. Pero esta es especialmente interesante porque está entrenada específicamente con datos sobre los retos empresariales de los propietarios de negocios, especialmente en el ecosistema de las startups», afirma Kylan Kester, director fundador de Morehouse Startup Studio y director de iniciativas estudiantiles del Morehouse Innovation and Entrepreneurship Center. Se trata de una herramienta específica para compartir con nuestros compañeros que se encuentran en una fase inicial, con el fin de ayudarles a poner a prueba sus ideas antes de que dediquen mucho tiempo y esfuerzo a desarrollar una solución».
Ambos cofundadores son emprendedores en serie. Por ejemplo, Malone cofundó varias empresas, como una plataforma para ayudar a las personas a encontrar campamentos de formación tecnológica y una startup destinada a ofrecer a los estudiantes y a los solicitantes de empleo un acceso más asequible a la preparación de exámenes para la universidad y los estudios de posgrado, así como a certificaciones profesionales y técnicas. Esa experiencia también le proporcionó una visión global de cómo aplicar las herramientas de IA a la creación de una plataforma.
Cómo funciona
El concepto de Malone y Aguilar es proporcionar a los aspirantes a emprendedores el tipo de conocimientos sobre startups y negocios que normalmente requerirían un equipo de asesores. «Se trata de un estudio empresarial que ofrece a las personas asesoramiento diario sobre todas las áreas funcionales básicas del negocio, el tipo de negocio que van a dirigir y el modelo de negocio que eligen», afirma Malone.
También calculan que el usuario típico será un emprendedor que no aspira a crear una empresa unicornio y convertirse en el favorito de los inversores de capital riesgo, sino más bien a generar «unos ingresos estables y no verse amenazado por la IA», afirma Malone. «Hay un grupo de personas que entienden cómo son las ofertas de calidad a nivel de producción y cómo es la excelencia operativa, pero que no tienen mucha experiencia empresarial».
La plataforma permite a los usuarios elegir entre múltiples tipos de negocios y luego explorar diferentes formas de desarrollar su selección. Chandler señala una startup con un producto de helado con proteínas. Los fundadores podrían elegir un modelo de comercio electrónico, apoyándose en gran medida en personas influyentes. O podrían optar por un producto de helados dirigido a tiendas de alimentos saludables y gimnasios con cajas de suscripción de marca propia. «Seleccionarás el modelo que tenga más sentido», afirma Malone. Por ejemplo, si tienes relaciones con gimnasios y tiendas de alimentos saludables, la ruta B2B podría tener más sentido.
Una vez elegido el modelo, empezarás a recibir consejos diarios sobre todo, desde la búsqueda de clientes hasta la comercialización del producto y tu estrategia financiera y operativa. Por ejemplo, para la búsqueda de clientes, recibirás una serie de preguntas para consumidores potenciales centradas en sus hábitos («Cuéntame cuál es tu rutina de fitness y tu dieta actual», por ejemplo) y retos («Si has probado postres con proteínas, ¿cuál ha sido tu experiencia?» o «¿Qué retos te encuentras a la hora de encontrar snacks proteicos que se ajusten a tus macros o restricciones dietéticas?»).
Según Malone, la plataforma también se conecta a las aplicaciones que los clientes pueden utilizar a diario. Eso es lo que permite a sus agentes de IA realizar tareas en su nombre, llevando a cabo una larga serie de tareas. Una advertencia: los usuarios tienen que dar instrucciones a los agentes para que actúen. «No queremos que nuestros agentes actúen por su cuenta», afirma.
Según Malone, gracias a relaciones previas, las universidades se pusieron en contacto con la empresa. Ahora están trabajando con Morehouse College y la Universidad de Tulsa, y están en conversaciones con otras instituciones. Dado que la reducción de puestos de trabajo es especialmente notable entre los trabajadores sin experiencia con estudios universitarios, Malone sospecha que esa es una de las razones del interés de las universidades. (Las universidades pagan una cuota anual, mientras que los particulares pueden adquirirlo por su cuenta en el sitio web).
La empresa realizó primero una prueba beta en Morehouse, donde obtuvo muchos comentarios útiles. Malone afirma que la versión final es bastante diferente de la que probaron originalmente. Eso incluye todo, desde una interfaz de usuario revisada hasta la posibilidad de pedir a los agentes que realicen una acción y los colores de fondo.
Hasta ahora, la empresa ha recaudado una «pequeña ronda de financiación ángel» –Malone no quiere revelar la cifra– y recientemente ha realizado una residencia de seis semanas en Antler VC.
«Las herramientas de IA que están causando furor en el mercado son aquellas que permiten a las personas o a los equipos pequeños hacer mucho más de lo que podían hacer antes», afirma Malone. «Hay estadounidenses corrientes que necesitan ayuda ahora porque han perdido su trabajo».
