Los ingresos netos fueron de 27.005 millones de dólares (23.337 millones de euros), un 10,8% más. Por desglose, la división de productos generó 21.255 millones de dólares (18.368 millones de euros) y la de servicios 5.750 millones de dólares (4.969 millones de euros), un 16,2% más y un 5,4% menos, respectivamente.
El sumatorio de gastos en los que incurrió Dell entre costes de actividad, venta, generales, administración e I+D ascendió a 24.886 millones de dólares (21.505 millones de euros), un 10% más.
Ya en el acumulado de los primeros nueve meses, la multinacional ganó 3.677 millones de dólares (3.178 millones de euros), un 20,2% más, y facturó 80.159 millones de dólares (69.270 millones de euros), un 11,9% más.
«El impulso de la IA se está acelerando en la segunda mitad del año, lo que ha dado lugar a un récord de pedidos de servidores de IA por valor de 12.300 millones de dólares [10.629 millones de euros] y a unos encargos sin precedentes de 30.000 millones de dólares [25.925 millones de euros] en lo que va de año», ha afirmado el vicepresidente y consejero delegado de Dell, Jeff Clarke.
PREVISIONES
De cara al conjunto del ejercicio en curso, Dell ha mejorado previsiones y ahora espera alcanzar unos ingresos de entre 111.200 y 112.200 millones de dólares (96.095 y 96.959 millones de euros), así como un beneficio por acción diluido de 8,38 dólares (7,24 euros).
Estas mismas métricas estarán para el cuarto trimestre entre los 31.000 y 32.000 millones de dólares (26.789 y 27.653 millones de euros) y en los 3,05 dólares (2,64 euros) por título.
