Me gusta mirar hacia el futuro cada año y predecir cuáles creo que serán las tendencias importantes que afectarán a todas las empresas durante los próximos 12 meses.
Al igual que el año pasado, sigo creyendo que la inteligencia artificial (IA) será el mayor catalizador de cambio en 2026. Aprovechar el potencial de la automatización, dotar a la plantilla de las habilidades necesarias para tener éxito y gestionar los trastornos causados por la llegada de las máquinas inteligentes serán los mayores retos a los que se enfrentarán muchas organizaciones.
Más allá de eso, las empresas encontrarán retos y oportunidades en los cambios económicos y políticos y en la evolución del comportamiento de los clientes que definirán la segunda mitad de la década.
Así pues, estas son las tendencias que, en mi opinión, tendrán un mayor impacto en la forma en que las empresas trabajan, resuelven los problemas de los clientes y aportan valor en el próximo año.
Agentes de IA para procesos empresariales automatizados
En 2026, los agentes, IA autónomas que realizan tareas complejas de varios pasos y se comunican con servicios de terceros con una intervención humana mínima, comenzarán a gestionar muchos procesos empresariales de principio a fin. En el ámbito financiero, por ejemplo, esto podría significar gestionar facturas, conciliar transacciones y reclamar pagos atrasados, mientras que en el ámbito de los recursos humanos podría implicar incorporar a nuevos empleados, programar formaciones y supervisar a los trabajadores a medida que avanzan en programas de aprendizaje personalizados. Las empresas que creen estos flujos de trabajo con agentes se expandirán de forma más eficaz, ganarán en agilidad y liberarán a los empleados humanos para que se centren en tareas creativas, estratégicas y de atención al cliente.
Productos y servicios habilitados por la IA
Más allá de simplemente impulsar la eficiencia, las empresas más innovadoras comenzarán a crear productos y servicios impulsados por la IA, resolviendo los problemas de los clientes de formas completamente nuevas. Mientras que la anterior ola de transformación de la IA vio cómo empresas como Amazon y Netflix utilizaban la IA para crear nuevas experiencias para los clientes, en 2026 se tratará de poner la IA en manos de los clientes. Pensemos en asistentes de IA para empresas, herramientas de diseño generativo y modelos de lenguaje integrados en televisores y electrodomésticos. Las empresas que liderarán el camino en 2026 no serán solo aquellas que utilicen mejor la IA, sino también aquellas que ayuden a sus clientes a utilizarla mejor.
La ciberseguridad como estrategia de supervivencia
Los ciberataques están aumentando en escala y frecuencia a un ritmo sin precedentes, con un coste para las empresas estimado en 10,9 billones de dólares en 2025. Crear defensas sólidas y una cultura consciente de la seguridad, desde la sala de juntas hasta la planta de producción, ya no es una opción, sino una estrategia esencial. Desde el phishing basado en deepfakes hasta los ataques DDOS automatizados, el panorama de las amenazas está evolucionando rápidamente y la defensa por sí sola ya no es una respuesta adecuada. Además, las empresas deben buscar desarrollar su resiliencia, lo que les dará la capacidad de mantener la continuidad del negocio incluso después de sufrir un ataque. Es evidente que la tecnología tiene un papel que desempeñar, pero todos los empleados también deben formar parte del cortafuegos, comprendiendo el rol que deben desempeñar para mantener la seguridad de la empresa, su información y sus clientes.
La evolución de los criterios ESG
En 2026, el panorama ESG está indudablemente politizado y polarizado. En Estados Unidos, la retórica anti-ESG está ganando terreno a nivel federal, mientras que los estados individuales con perspectivas más progresistas están impulsando regulaciones climáticas y de diversidad. Sin embargo, en lugar de retroceder, las organizaciones con visión de futuro buscarán separar las preocupaciones medioambientales y de justicia social de la política y abordarlas como oportunidades y retos empresariales. Aquellas que demuestren que pueden impulsar el crecimiento empresarial y también alcanzar los objetivos ESG –por ejemplo, reduciendo los costes de transporte y las emisiones mediante el cambio a flotas de vehículos eléctricos– perfeccionarán su ventaja competitiva al tiempo que eludirán la agenda política y la guerra cultural.
El dividendo de las habilidades en IA
La brecha de habilidades ha sido un tema candente en la tecnología empresarial durante algún tiempo. En 2026, la narrativa está cambiando para destacar los beneficios que están obteniendo las organizaciones que la han cerrado. Por ejemplo, el gigante minorista Ikea afirma haber generado 1.400 millones de dólares en nuevos ingresos al capacitar a sus empleados como diseñadores de interiores con inteligencia artificial, SoftBank dice que ha recortado 24 millones de dólares en costes anuales al desarrollar talento en IA en Latinoamérica, mientras que un proyecto piloto de Google en el Reino Unido descubrió que los trabajadores pueden ahorrar 122 horas de trabajo al año al adoptar la IA para tareas administrativas. Las empresas que demuestren el valor de la mejora de las competencias y el reciclaje profesional de su personal serán un tema clave durante el próximo año y en adelante.
Modelos de negocio resilientes
La incertidumbre geopolítica, las perturbaciones comerciales, los aranceles y las perturbaciones impulsadas por la tecnología. Ninguno de estos son retos nuevos, pero este año podrían confluir para crear una tormenta perfecta que eche por tierra cualquier plan de negocio. Por eso, los directivos inteligentes no solo están planificando el éxito en 2026. Planificar el fracaso y contar con planes de contingencia para seguir adelante ante la derrota es igual de importante. Desde la creación de gemelos digitales para simular los peores escenarios hasta la implementación de cadenas de suministro de respaldo y la creación de redundancia en los ecosistemas de socios, el desarrollo de la resiliencia será una prioridad en la agenda de todas las empresas.
Redefinir el liderazgo en la era del trabajo aumentado
En 2026, los líderes no solo supervisarán a las personas y los proyectos, sino que gestionarán equipos potenciados donde los seres humanos y las máquinas inteligentes trabajarán codo con codo. Esto significa conocer las fortalezas y limitaciones de ambos; fomentar las «habilidades sociales» humanas, como la creatividad, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo, así como poseer la fluidez digital necesaria para trabajar eficazmente con la IA. Dependerá de los líderes humanos desarrollar la cultura del aprendizaje permanente y la comprensión en toda la organización del uso ético de la IA que será necesario para prosperar. Esta tendencia consiste en garantizar que los trabajadores humanos sigan siendo el corazón de la empresa, con plenos poderes para crear las experiencias centradas en las personas que desean los clientes.
El año 2026 estará marcado por rápidos cambios tecnológicos, expectativas cambiantes de los clientes y nuevas presiones sobre la resiliencia. Las organizaciones que mantengan su curiosidad, inviertan en habilidades y adopten la innovación basada en la IA serán las que construyan una sólida ventaja competitiva para el futuro.
