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Este es el equipo de Sabadell que logró frenar la opa de BBVA

El equipo que ha liderado la defensa del Sabadell frente a esta agresiva opa estuvo compuesto por altos directivos, abogados y banqueros de inversión que han trabajado de manera coordinada durante meses para impedir que el banco fuera absorbido.

El CEO del Banco Sabadell, César González-Bueno y el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu.

El equipo directivo del Banco Sabadell, liderado por su presidente Josep Oliu y el consejero delegado César González-Bueno, ha sido el principal artífice de la derrota del BBVA en la opa más polémica de los últimos años. La estrategia de defensa impulsada por ambos -basada en una intensa campaña de comunicación con accionistas, clientes, empleados y el Gobierno- consiguió frenar dicha operación y preservar la independencia del banco catalán. La entidad logró movilizar un sólido bloque de apoyo interno y social que terminó por desactivar el intento de absorción.

El equipo que ha liderado la defensa del Sabadell frente a esta agresiva opa estuvo compuesto por altos directivos, abogados y banqueros de inversión que han trabajado de manera coordinada durante meses para impedir que el banco fuera absorbido. Entre ellos destacan Josep Oliu (Presidente no ejecutivo), César González-Bueno (Consejero Delegado), Gonzalo Barettino (Secretaría General), Sergio Palavecino (Director Financiero), Carlos Ventura (Empresas, Red de Oficinas y Banca Privada), Marc Prat (Estrategia y Eficiencia), Virginia Zafra (Comunicación e Imagen Corporativa), Gerardo Artiach (Gestión Financiera y Relación con Inversores), Lluca Sas (Director de Relación con Inversores y Ráting), Carolina Albuerne (Socia de Mercantil de Uría), Olaf Díaz-Pintado (Responsable de Goldman Sachs España), Andrés Esteban (Primer ejecutivo de Morgan Stanley), Luis Guerricagoitia ( Socio de LLYC en Comunicación y Asuntos Públicos) y Silvia Alsina (Roman Reputation Matters).

Oliu y González-Bueno celebraron el fracaso de la opa con un mensaje claro: Sabadell generará “más valor” en solitario. Agradecieron públicamente el respaldo recibido y destacaron el papel de los empleados en esta victoria corporativa, que calificaron como “la mejor salida para todos”. “Nuestros clientes quieren a Banco Sabadell como entidad independiente, y nosotros vamos a demostrarles que merece la pena que siga existiendo”, declaró González-Bueno, quien reafirmó el objetivo de convertirlo en “el mejor banco de España”.

El resultado final confirmó su estrategia. Apenas el 25,33% del capital social y el 25,47% de los derechos de voto acudieron a la oferta del BBVA, muy lejos del mínimo del 50% exigido para que la operación prosperara. La CNMV confirmó que, al no alcanzarse ni siquiera el 30%, el banco vasco no podrá lanzar una segunda opa. De esta manera, el Sabadell pone fin a 17 meses de incertidumbre y sale reforzado de una pugna que muchos en el mercado daban por perdida.

La victoria del Sabadell se explica también por su capacidad para aglutinar una amplia oposición empresarial, sindical y política. La decisión de devolver su sede social a Sabadell y la buena evolución de sus resultados financieros fortalecieron el sentimiento de identidad y confianza en su independencia. A ello se sumaron las condiciones impuestas por el Gobierno a la operación, que limitaban las sinergias del BBVA y dificultaban la fusión durante al menos tres años. Todo ello contribuyó a que los grandes fondos internacionales y los inversores institucionales también rechazaran la oferta.

La reacción de BBVA

Por el contrario, el BBVA, encabezado por Carlos Torres, ha sufrido un duro revés. Es la tercera vez en apenas cinco años que fracasa en su intento de integrar al Sabadell, tras dos propuestas anteriores de fusión amistosa. La entidad bilbaína había confiado en alcanzar al menos el 30% del capital para abrir la puerta a una segunda oferta, pero la respuesta del mercado ha sido más fría de lo esperado. Torres ha asegurado que el banco seguirá adelante con su plan estratégico y ha anunciado nuevas recompensas a los accionistas, entre ellas un dividendo histórico de 1.800 millones de euros y un programa de recompra de acciones de 1.000 millones.

El futuro de Sabadell

El plan de futuro del Sabadell apunta ahora a reforzar su rentabilidad y su valor bursátil. Según su hoja de ruta, el banco prevé alcanzar una rentabilidad del 16% para 2027 y repartir 6.450 millones de euros en dividendos hasta entonces, lo que equivale al 40% de su capitalización actual. Los directivos insisten en que seguirán apoyando la economía española y ofreciendo un servicio más próximo y competitivo. No obstante, los analistas advierten de que el banco deberá demostrar que puede mantener sus beneficios y su nivel de remuneración tras haber vendido su filial británica, TSB, al Santander.

Con esta victoria, el Sabadell consolida su independencia y refuerza su posición como el cuarto gran banco español, aunque muchos expertos creen que aún podría protagonizar futuras operaciones de concentración en el sector. Oliu y González-Bueno han reiterado que solo contemplarían fusiones “amistosas y equilibradas”, nunca hostiles. Mientras tanto, el banco celebra una de las mayores victorias corporativas de su historia: haber frenado a un gigante y haber convencido al mercado de que su futuro es más prometedor por sí mismo.

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