La marcha atrás en la venta rápida de Yield se debe a que Abengoa adujo que la firma podría perder valor y además la empresa controlada por la familia Benjumea se quedaría sin la prima de control en una compañía en la que tiene el 47% del capital, valorado en 680 millones de dólares.
Este jueves el ICO se reunió con Abengoa para buscar maneras de inyectar fondos en la compañía especializada en energías renovables. Además, los bancos se han mostrado ahora dispuestos a inyectar 100 millones en la empresa andaluza si no encuentra a nadie dispuesto a socorrer al grupo en su maltrecha situación financiera.
El endeudamiento de Abengoa, en preconcurso de acreedores, supera según la consultora KPMG los 20.000 millones de euros. En el calendario de la empresa hay una fecha marcada en rojo: el 20 de diciembre, fecha en la que la compañía tendrá que abonar las nóminas a sus 24.000 empleados. Ese es el último día para encontrar una solución.