Brookfield ya estaba presente en el país, en el negocio de las autopistas junto a Abertis, y ahora ha asumido el control del 50% de las concesiones energéticas brasileñas que gestiona ACS Industrial a través de su filial Control y Montajes Industriales (CYMI). El fondo canadiense y la constructora española tienen en total 1.100 kilómetros de líneas de transmisión de electricidad.
CYMI se adjudicó estas líneas de alta tensión entre abril de 2014 y este enero y ya ha empezado a construirlas, con una inversión total aproximada de 610 millones de euros. El pacto con el fondo canadiense permite a ACS obtener capital para estas construcciones en un país donde las compañías de obra pública están haciendo su agosto. No es la única operación importante para la empresa española, que la semana pasada se hizo con un contrato de 4.300 millones de dólares para construir la autopista M5 en Sidney (Australia).