La compañía energética francesa Arverne ha elegido a Sedgman, la filial australiana de ACS, para realizar la fase de diseño y viabilidad de un ambicioso proyecto de extracción de litio en Alsacia, con una inversión inicial cercana a los 1.900 millones de euros.
Sedgman será responsable de la ingeniería necesaria para crear las plantas de procesamiento y refinado que producirán carbonato de litio destinado a la fabricación de baterías para automóviles eléctricos. La explotación se ubicará en el Valle del Rin, una zona reconocida por sus recursos de salmuera ricos en este mineral.
El proyecto, conocido como Litio de Francia, combina la extracción minera con la generación de energía geotérmica. El objetivo es reducir al máximo el consumo energético y garantizar un suministro de litio bajo en emisiones. Arverne planea iniciar la construcción de plantas geotérmicas el próximo año y, en una segunda etapa, extraer litio aprovechando esa energía renovable.
La inversión global de la compañía gala se eleva a 2.400 millones de euros hasta 2031, respaldada por grandes actores industriales franceses como Renault, que ya ha firmado un contrato para asegurar 25.000 toneladas de litio en cinco años. También colaboran en el proyecto multinacionales como Equinor e Hydro. Está previsto que se instalen unas 60 plantas capaces de generar unos 3,5 TWh de energía.
Además de Francia, Sedgman ya participa en la mina Barroso de Portugal, impulsada por Savannah Resources, que se perfila como el mayor yacimiento de litio de la Unión Europea.
La apuesta europea por el litio responde a la necesidad de reducir la dependencia de China, que concentra más del 95% de la producción mundial. Según previsiones de la Agencia Internacional de la Energía, la demanda del mineral se multiplicará por cinco de aquí a 2040, lo que podría situar su precio en torno a los 25.000 dólares por tonelada en 2028.
