Es posible que hayas aprendido que si trabajabas lo suficiente, mantenías la cabeza baja y te centrabas en tus metas, la gente vería los resultados y serías debidamente recompensado. Pues bien, en el mundo profesional, las cosas son de otra manera.
A veces, la única manera de dar voz a tu trabajo duro y a tus resultados es hablar en voz alta. ¿Por qué? Tu jefe y tus compañeros saben que eres muy buen trabajador y asumen que harás bien tu trabajo.
Pero también están ocupados con sus responsabilidades, por lo que puede que no estén pendientes de tus avances. Tu ego, bien administrado, puede servir para ayudar a identificar y promover el buen trabajo, resultados sólidos y los principales logros que has logrado.
De hecho, ser capaz de hablar de tus logros y competencias es tan importante como tu capacidad para hacer el trabajo. Tu ego puede ser un gran activo para tu carrera, si sabes cómo y cuándo usarlo.
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