Enumera los hechos. Enumerar todo lo que sabes hacer. Esto puede ser una mezcla entre lo que no funciona en tu situación actual, por qué parece que no puedes arreglar la situación y lo que la nueva solución implicará. Por ejemplo:
•Yo sólo quiero trabajar 5-10 horas a la semana.
•No hay despachos que me permitan trabajar 5-10 horas a la semana.
•Si trabajo más de 10 horas, estoy comprometiendo mi capacidad de hacer otras cosas.
Separa los hechos de las creencias. Lee la lista de nuevo. A menudo confundimos nuestras creencias con hechos y, cuando hacemos esto, limitamos nuestro pensamiento creativo (por lo tanto, limitamos nuestras soluciones). Es importante entender qué información es importante para permanecer con la mente abierta, porque al asumir tus creencias como hecho estás cerrando la oportunidad de cambiar. Reescribe tus suposiciones:
•Me gustaría trabajar a tiempo parcial.
•Me gustaría utilizar mi título de abogado, por lo que no necesito trabajar en una despacho conocido.
•Estoy dispuesto a renunciar a un buen sueldo para conseguir la flexibilidad que quiero.
Pregúntate: “¿Qué pasa si?”. Es una gran manera de ver el potencial que se abre ante ti. Esta pregunta ayuda a ver tu problema laboral como una oportunidad para encontrar el trabajo soñado:
•¿Qué pasa si escribí para una revista legal o era un experto legal en un periódico?
•¿Qué pasa si era un tutor de estudiantes de derecho?
•¿Qué pasa si enseñaba un curso en una escuela de derecho?
•¿Qué pasa si me pongo en contacto con nuevas empresas legales para ver si puedo ayudarles?
•¿Qué pasa si abro un blog relacionado con el derecho?
•¿Qué pasa si enseño danza (o monetizar otra afición que no tiene nada que ver con la ley)?
Ahora que tienes más de una opción para elegir, es hora de separar las buenas ideas de las grandes. Establece tus criterios de carrera ideales: las cosas que son absolutamente esenciales para que puedas estar satisfecho dentro de tu trabajo. Tal vez quieres más dinero, más poder creativo o más días de vacaciones.
¿Me encanta esta idea?
¿Tiene esto sentido para mi criterio?
Una vez que empieces a buscar trabajo de esta manera, verás con más claridad lo que buscas. La última parte del proceso, por supuesto, depende de ti. Ahora, ¡manos a la obra!