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Lo que nunca dirían las personas más inteligentes

Lo que nunca dirían las personas más inteligentes

Todos hemos dicho cosas que la gente ha podido interpretar de diferente manera. Esos comentarios aparentemente benignos pueden ser una completa metedura de pata.

Los deslices verbales ocurren a menudo porque decimos cosas sin saber las implicaciones que pueden tener. Para entender esas implicaciones es necesario tener conciencia social: la habilidad de recoger emociones y experiencias de otra gente. Algo de lo que carece mucha gente.

Carecemos de conciencia social porque estamos demasiado centrados en lo que vamos a decir después y perdemos completamente la perspectiva de otras personas. No puedes esperar entender a alguien hasta que no centres toda tu atención en su dirección.

Lo bueno es que basta con unos simples ajustes a lo que vayas a decir para disponer de un público que quiera entablar una conversación contigo. Por eso, hay diversas frases que las personas concienciadas evitarían en una conversación:

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“Pareces cansado” . El aspecto cansado es poco atractivo: ojos ojerosos, pelo revuelto, problemas de concentración y son tan malhumorados como parecen. Decirle a alguien que tiene aspecto de cansado implica, al menos, alguno de los hábitos de mencionados.

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En lugar de eso, pregúntale si está todo bien. De esta manera si hay algo que contar, la persona en cuestión tendrá la opción de hacerlo.

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“Has perdido peso” . Es una frase que implica crítica. Decirle a alguien que ha perdido peso (sin una voluntad detrás por su parte) sugiere que esa persona parecía gorda o poco atractiva.

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En lugar de eso, di: “¡Has cambiado!” . En este caso no estás comparando cómo estaba antes, simplemente estás hablando de un cambio y das pie a que la persona en cuestión quiera compartir si ha cambiado o no, y por qué.

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“Eras demasiado bueno para ella” (o viceversa) . Cuando alguien habla de relaciones de cualquier tipo, personales o profesionales, implica que él o ella tenía mal gusto e hizo una mala elección desde el principio.

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En lugar de eso, di: “Ella/él perdió” . Esto ofrece el mismo entusiasmo de apoyo y optimismo, pero sin ninguna crítica implícita.

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“Buena suerte” . No es el fin del mundo si deseas suerte a alguien, pero esta frase implica que la persona necesita suerte para tener éxito.

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Di mejor: “Sé que lo vas a hacer bien” . Esto implica que la persona tiene lo que se necesita para hacerlo bien y da confianza.

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“Depende de ti” o “lo que quieras” . Tu opinión es importante para la persona que pregunta (sino no te habría preguntado a antes). Esta frase implica falta de confianza.

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Di mejor: “Realmente no me importa ninguna de las dos, pero prefiero…” Ofreces tu opinión a la vez que dices que las dos te vendrían bien y que te preocupa también lo que la otra persona piense.

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“Bueno, al menos nunca he…”. Esta frase en una manera agresiva de desviar la atención a una error que has cometido.

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Di mejor: “Lo siento” . Hacer tuyo el error es la mejor manera de convertir la discusión en algo racional y calmado.

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