La mayoría de la gente piensa que entiende las tarjetas de crédito, pero la verdad es que pueden ser herramientas difíciles de dominar, sobre todo para un novato. Cuando estás empezando y tratando de establecer un buen crédito, la clave está en llevar la tarjeta que mejor se adapte a tu estilo de gasto y hábitos.
Aquí hay tres mitos y prejuicios que se interponen entre tú y una utilización de las tarjetas de crédito sana.
Deudas. Las personas que consideran que las tarjetas de crédito son un dinero adicional a sus ingresos son las que acaban endeudadas. Son personas que no tienen control de su crédito.
Sólo una tarjeta de crédito. Este mito está relacionado con la idea de que la gente no puede tener una tarjeta de crédito en su cartera sin incurrir en deuda. Si sientes que no puedes manejar el pago de facturas con varias tarjetas de crédito porque eres a) olvidadizo b) comprador compulsivo o c) te dejas confundir, entonces quédate con una. Para aquellas personas organizadas y responsables solicita más de una tarjeta de crédito.
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Capacidad de crédito. Las compañías de tarjetas de crédito necesitan saber que puedes hacer frente a una tarjeta de crédito. Si estás solicitando tu primera tarjeta, mantente alejado de tarjetas de fidelidad (son para personas con más experiencia).
Cerrar una cuenta de crédito. Las cuentas de crédito están determinadas por la historia de tu solvencia. Si cierras una cuenta, estás limitando el historial de tu crédito. No es real. Reduce el límite de tu crédito global. Un límite más alto sin más gasto mejora su tasa de utilización y demuestra que no dependes de tu tarjeta para sobrevivir.