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La única pregunta que has de hacer si te despiden


Un despido es un acto traumático para cualquiera, pero todo cambia cuando te haces esta pregunta: ¿por qué he sido despedido?

Las personas que más trabajan duro son las más incapacitadas para razonar esta cuestión que puede parecer fácil pero que no lo es, no suelen entender por qué sus circunstancias han cambiado.

Puede haber sido un factor fuera de tu control, pero también podría haber sido que no estuvieras en sintonía con el equipo. No dudes en preguntar a tu alrededor qué fue lo que pasó y siente como el hambre de trabajar regresa a ti tras esta decepción.

Además, es recomendable que, una vez despedido, sigas con tu rutina lo más fiel posible a como era cuando trabajabas.

Los mismos horarios y un trabajo enfocado en encontrar un nuevo empleo harán que tu día a día no se dé la vuelta y juegue en tu contra.

Recurrir a tus contactos y anteriores compañeros es la forma de responder a esa sacudida personal que es un despido, levantarte y saber qué ha fallado es la clave para evitar decepciones futuras.

Y sobre todo abre tu mente –y oídos- a las críticas venideras tras el goodbye. Recuerda que no es el fin, que solo algo falló y necesitas saber qué fue para que no ocurra de nuevo.