Repsol se reparte el control de la compañía con La Caixa, primer accionista de la empresa gasística, con un 34% de las acciones. Entre los dos tienen la mitad de las acciones y la entidad presidida por Isidre Fainé controla además el 12% de la petrolera.
Aunque algunos miembros del consejo del grupo son partidarios de deshacerse de Gas Natural, la participación valía este martes 5.700 millones de euros y es una de las bazas de la compañía para capear la crisis del sector. No obstante, Repsol busca otros modos de reducir la deuda que arrastra por la compra de Talisman.
Entre los planes de Repsol se encuentra una reducción de plantilla que afectará a 1.300 trabajadores durante los próximos años. La compañía también prepara una reestructuración de inversiones. Entre las medidas previstas, busca reducir su peso en países como Brasil o Libia y eliminar duplicidades con Talisman.