La crisis del grupo Volkswagen (VW) ha dejado en stand by las inversiones que preveía realizar la compañía en Seat los próximos años, valoradas en 3.300 millones de euros. Este martes el presidente del grupo alemán, Matthias Müller avisó de que “cancelará o aplazará” todo lo que no sea “estrictamente necesario”.
Entre estas inversiones en el aire para el próximo lustro se encuentra el lanzamiento de cuatro nuevos coches Seat, con lo que la fábrica de Martorell es una de las que podrían verse afectadas por la decisión de la compañía automovilística. No obstante, el ex presidente de VW Jürgen Stackmann consideró al principio de la crisis que las inversiones en la filial española del grupo no estaban en riesgo.
El nuevo todoterreno urbano de la marca española sería a priori una de las inversiones garantizadas pese a la crisis, mientras que otros modelos como las nuevas versiones del Seat Ibiza o del León podrían aplazarse.
La factoría de Landaben, también afectada
La planta de Seat en Martorell no sería la única damnificada por el cambio de rumbo de la compañía. La fábrica de VW en Landaben (Navarra) también podría quedarse sin 900 millones que preveía invertir la matriz.
En un discurso dirigido a los trabajadores de la multinacional, Müller prometió “luchar” para mantener a toda la plantilla del grupo, que cuenta con 600.000 empleados, 14.000 de ellos en la planta de Seat. El presidente de la empresa reconoció que la credibilidad de la marca está en peligro: “Afecta a la parte principal de lo que hacemos, nuestros coches”, dijo.
La crisis de Volkswagen por el descubrimiento de motores trucados en once millones de vehículos para ocultar emisiones contaminantes ha forzado a la compañía a provisionar 6.500 millones de euros para hacer frente a las posibles pérdidas derivadas del escándalo.