La agencia de rating ha señalado que hasta ahora los notables márgenes con que cuenta Repsol en el negocio de refino han compensado en su valoración la caída del precio del crudo. S&P también ha tenido en cuenta en su calificación del grupo español que puso en marcha un plan de desinversiones por valor de 1.000 millones de dólares.
No obstante, la agencia apunta que los márgenes en 2016 serán “más debiles”, por lo que la compañía petrolera tiene que llevar a cabo nuevos ajustes para evitar “una potencial rebaja de rating en los próximos dos años”. La rebaja del rating de Repsol llega a unos días de que la empresa presente un plan estratégico para los próximos cuatro años en el que contempla despidos y prejubilaciones.
El ajuste de plantilla en la compañía afectará a 1.500 trabajadores, según informó el propio grupo en una nota interna. De este modo, la empresa perderá a un 6% de sus 25.000 empleados. En el comunicado, Repsol indicaba que con el plan pretende “generar nuevas ventajas” en una empresa “con presencia global, tamaño y capacidades relevantes”.