La intención del Ejecutivo es evitar que los clientes paguen a la entidad que emite la tarjeta y a su banco. “No puede ser que los depositantes tengan que pagar dos veces cada vez que acuden al cajero”, afirmó este jueves el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una entrevista en televisión.
CaixaBank fue la primera entidad bancaria que impuso la doble comisión a los no clientes por el uso de sus cajeros automáticos. Desde marzo debían pagar dos euros por cada operación en los 9,700 cajeros del banco catalán.
Pronto se le sumaron dos gigantes más del sector: el BBVA y Santander. El argumento de estas entidades es que realizan grandes inversiones en su red de cajeros que luego aprovechan clientes de otros bancos, algunos de ellos sin cajeros propios, como ING Direct, uno de los más perjudicados por la doble comisión.
El Banco de España se opuso en julio a la doble comisión a los clientes que usan cajeros de otros bancos. “Ese servicio solo puede originar el cobro de una comisión”, apuntó en una carta a la patronal bancaria. Por su parte, Bankia y Sabadell firmaron una alianza en septiembre para no cobrarse entre ellos la comisión por el uso de sus clientes de sus cajeros, principalmente los de la red Euro6000.
Finalmente el Ministerio de Economía se ha decantado por que el banco propietario del cajero cobre a la entidad emisora de la tarjeta una comisión por cada operación de un cliente de otro banco. Luego, el banco emisor de la tarjeta podrá repercutir la comisión al cliente o asumirla. Lo que no establece el Gobierno son precios máximos para esta comisión-