CoreWeave y ACS han firmado una alianza transatlántica que dará forma a uno de los centros de datos más grandes del mundo. Será en el centro de Pensilvania donde la constructora española creará la instalación, diseñada para alcanzar hasta 300 megavatios de capacidad, la cual se convertirá en una pieza clave en la infraestructura de inteligencia artificial en la nube y contará con una inversión que rondará los 5.160 millones de euros.
El encargo ha sido adjudicado a Turner, la filial estadounidense de ACS, en colaboración con la constructora local Wohlsen. El proyecto, ubicado en Lancaster, arrancará con una potencia inicial de 100 MW, pero su diseño modular permitirá escalarlo rápidamente. CoreWeave no solo será el cliente, sino también el inquilino del complejo, junto a los fondos Chirisa Technology Parks y Machine Investment Group.
Durante la fase de construcción se generarán 600 empleos cualificados, una cifra que crecerá significativamente una vez que el centro entre en funcionamiento. Se espera que, tras su apertura, se mantengan 70 puestos técnicos fijos y se sumen otros 175 más con el tiempo. Además, cada empleo directo generará al menos seis puestos indirectos, según estimaciones de la compañía, lo que multiplica el impacto económico del proyecto a nivel regional.
La presentación del centro tuvo lugar en Pittsburgh durante una cumbre sobre IA y energía, con la presencia del presidente Donald Trump. Firme defensor de convertir a Estados Unidos en el epicentro global de la inteligencia artificial, Trump aprovechó la ocasión para reforzar su agenda tecnológica, anunciando un ambicioso plan de inversiones de 70.000 millones de dólares destinado a reforzar tanto la infraestructura energética como digital del país.
A diferencia del enfoque europeo, más inclinado hacia las renovables, la administración estadounidense apuesta por fuentes tradicionales como el gas natural y la energía nuclear para alimentar estas megainstalaciones. Esta preferencia energética está marcando la estrategia de crecimiento de los data centers, cuyo consumo energético ha escalado con fuerza: en 2023 representaban ya el 4,4% de la electricidad nacional, y se prevé que alcancen hasta el 12% en 2028.
La fiebre de los centros de datos no se detiene ahí. Junto al proyecto de CoreWeave, el fondo Blackstone prepara una inversión de 25.000 millones de dólares en el noreste del país para infraestructuras similares. Su propuesta contempla no solo nuevos data centers, sino también desarrollos energéticos que aseguren su autonomía, con la creación de miles de empleos tanto temporales como permanentes.
ACS también se adjudica dos contratos en Alemania
Por otra parte, Hochtief, filial alemana de ACS, se ha adjudicado dos contratos en ese país por un importe total de 130 millones de euros, uno para construir un centro de investigación para la Universidad de Duisburg-Essen, y otro para rehabilitar una antigua instalación industrial de Krefeld en un centro para eventos y conciertos.
