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Tres palabras de referencia que fomentarán (o destruirán) tu próxima oportunidad profesional

En el liderazgo, la percepción es la realidad, y las frases que utiliza la gente dan forma a la percepción de como eres.

Foto: Getty

Imagínate esto: un reclutador llama a uno de tus colegas para preguntarle cómo es trabajar contigo. No se trata de una comprobación formal de referencias, sino de una charla informal. Ahora imagina las tres palabras que eligen para describirte.

Ese momento de feedback informal tiene más peso que un currículum o una recomendación de LinkedIn. En el liderazgo, la percepción es la realidad, y las frases que utiliza la gente dan forma a esa percepción.

Nexus afirma que el 80% de los empresarios que comprueban las referencias indican que han cambiado de opinión sobre un posible empleado. Además, el 30% ha descubierto referencias falsas durante este proceso. Por su parte, Apollo Technical informó de que las referencias de empleados aceleran el proceso de contratación. Los puestos sin referencias de empleados tardaron una media de 60 días en cubrirse, mientras que los puestos obtenidos a través de referencias se cubrieron en un plazo de 35 a 40 días. Las recomendaciones de los empleados aumentan la probabilidad de encontrar un trabajo adecuado entre un 2,6 y un 6,6%.

Sin embargo, esos comentarios casuales socavan silenciosamente tu prestigio antes de que tengas la oportunidad de responder.

Etiquetas que te minan

Las referencias negativas te definen en espacios en los que no puedes entrar. Una vez que te etiquetan negativamente, incluso tu mejor trabajo tiene dificultades para atravesar la barrera silenciosa que crean esas palabras. Estas son algunas de las palabras con las que nunca querrás que te describan:

  • La «indecisión» es la criptonita de la carrera profesional. En entornos dinámicos y con grandes riesgos, la indecisión suele percibirse como un signo de debilidad. Los líderes que no pueden tomar una decisión bajo presión pierden influencia rápidamente. La toma de decisiones consiste en avanzar con claridad y convicción.
    «Transaccional» es otra señal de alarma. Indica una mentalidad cortoplacista, centrada en lo que se gana en el momento en lugar de construir relaciones o generar valor a largo plazo. Los colegas que se sienten utilizados y no valorados rara vez se convierten en defensores de tu crecimiento.
    La «apatía» es quizá el asesino más silencioso de todos. Cuando la gente te percibe como desinteresado, no se trata sólo de energía. Se trata de credibilidad. Los líderes que dan la impresión de estar desconectados indican que el trabajo no importa. Y si esa es la impresión que dejas, no esperes que nadie proponga tu nombre cuando la oportunidad llame a la puerta.

Palabras que abren puertas

Dale la vuelta al guión. Éstas son las palabras que consiguen que tu nombre sea defendido en las reuniones, te hacen ganar oportunidades inesperadas y te forjan una reputación que va por delante de ti:

  • «Estratégico» implica que ves más allá de las tareas. Comprendes el contexto, te anticipas a las consecuencias y alineas tus acciones con objetivos más amplios. Ser descrito como estratégico te posiciona como alguien que ejecuta lo que dice que hará.
    «Potenciador» indica a los responsables de la toma de decisiones que no acaparas el mérito ni el control, sino que elevas a los demás. Los líderes empoderadores son multiplicadores de fuerza, que convierten a sus compañeros en aliados y a los equipos en motores de progreso.
  • «Sin pretensiones» es un superpoder discreto. En un mundo lleno de ego, no tener pretensiones te distingue. Significa que tienes los pies en la tierra, eres accesible y honesto. La gente confía en que producirás resultados satisfactorios.

La reputación se construye en los márgenes

¿La verdad? No puedes escribir tu referencia. Pero puedes influir en ellas. Cada interacción, proyecto y reunión es una oportunidad para reforzar la versión de ti mismo que quieres que los demás recuerden.

Así que pregúntate: «¿Qué rasgos definitorios utilizaría la gente para describirme a puerta cerrada?».

Si la respuesta no es la que quieres, la buena noticia es que la siguiente interacción es una nueva oportunidad para cambiar la narrativa. Porque, al final, la forma en que la gente te percibe y te describe determina el rumbo de tu carrera.

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