A priori, la mejor opción siempre será la recomendación por parte de un compañero que haya probado su servicio y haya salido satisfecho, pero esto no siempre es posible. Por otro lado la búsqueda de asesor online es fácil, pero los resultados difícilmente serán garantizados.
Un factor decisivo es la química que haya entre tu asesor de imagen y tú, ya que vas a tratar con este profesional durante un largo periodo de tiempo, ha de ser un empleado y un compañero con el que la comunicación fluya de forma perfecta, ¿cómo si no podrías transmitirle tus ideas de forma clara?
Además de las recomendaciones hay que tener en cuenta las referencias y por supuesto mirar de cerca cómo han sido los procesos o campañas que ha llevado a cabo el publicista en sí. Una campaña exitosa puede revalorizar el caché del mismo hasta multiplicar su costo de servicio.
El más caro no significa que sea el mejor, por supuesto, mientras que el tema de los honorarios es algo que ha de hablarse más pronto que tarde. Cualquier asesor que se precie sabrá valorar sus honorarios junto al valor añadido que su trabajo generará.
La clave para que el proceso de promoción sea efectivo es que ellos estén involucrados en el proceso, pero los temas han de ser seguidos por el cliente en sí. Hay que entender qué está haciendo cada parte, cuándo y cómo.
Contratar un equipo consultivo es algo que puede asesorarte, pero no decidir por ti. Es eso, un simple equipo que examinará de forma fría y objetiva el proceso de publicidad, cuando la publicidad es justo todo menos eso. Así las cosas decidir sobre este papel en tu empresa es crucial, porque aunque su papel no sea duradero, su trabajo sí que lo será.