Por poner dos ejemplos de deportes mayoritarios, el fútbol y el baloncesto, en concreto la NBA, mueven cantidades económicas muy grandes, enormes, pagando a sus hombres acorde a lo que generan. Pero el dinero no es garantía de nada, por más que lo parezca, y los hay, dentro de este grupúsculo de famosos atletas, que han perdido todo de una tacada, como es el caso de Vin Baker (Lake Wales, Florida, Estados Unidos, 1971), estrella de la NBA, que ha pasado de amasar cien millones de dólares a servir cafés en un Starbucks.

Vin Baker compitió a lo largo de trece temporadas en la NBA, vistiendo la camiseta de los Milwaukee Bucks, Seattle Supersonics, Boston Celtics, New York Knicks, Houston Rockets, Los Angeles Clippers y Minnesota Timberwolves, de donde fue despedido, finalmente, el 13 de noviembre del 2006. Menos de un año después, en el 19 de junio de 2007, Baker fue arrestado en Norwich, Connecticut, por conducir ebrio después de dejar el Foxwoods Resort Casino. Estaba sumido en la decadencia, pero todavía quedaba mucho para llegar al fondo.

Jugó cuatro veces en el All-Star y ganó la medalla de oro en las olimpiadas del año 2000 celebradas en Sidney. Todo desde 1993 hasta 2005. Pero las malas decisiones, las compañías equívocas y el alcoholismo hicieron menguar la fortuna del jugador después de su retiro.

En su etapa en activo, el rendimiento de Baker en la cancha fue a peor debido a la dependencia que éste tenía con las sustancias químicas. Ahora, con cuarenta y tres años, Baker está preparándose para dirigir una franquicia de Starbucks. “Cuando aprendes las lecciones de la vida, no importa a qué nivel financiero estés, pues lo importante es darse cuenta de lo que podría suceder”, le contaba Vin Baker a Kevin McNamara en una entrevista para el Providence Journal. “Yo era un alcohólico y he perdido una fortuna. Pero también tenía un gran talento y lo perdí”, volvía a incidir.

Gracias al CEO de Starbucks, Howard Shultz, ex propietario de los Supersonics de Seattle, este ex jugador de la NBA pudo salvarse de la indigencia. “En esta empresa hay oportunidades para todos. Tengo una excelente situación aquí en Starbucks y la gente es maravillosa”. A pesar de los errores en el pasado, Vin Baker espera redimirse y enderezar su vida junto a sus cuatro hijos. Si logra conseguirlo, será lejos de los lujos, viviendo de un escueto sueldo que no le proporcionará el anterior nivel de vida que pudo disfrutar con anterioridad.

Grandes nombres como Dennis Rodean, Antoine Walker, Allen Iverson, Latrell Sprewell o Shawn Kemp han sentido la bancarrota en sus carnes y bolsillos, viéndose obligados a reciclarse para salir del bache.

La revista Sport Illustrated publicaba un estudio que constataba que el sesenta por ciento de los jugadores de la NBA, cuando se retiran, acaban quedándose sin recursos en menos de cinco años.