1. Estar demasiado “encima” de la empresa
En el momento número 1 esto quiere decir: enviar el CV y si no nos hacen feedback, volver a reenviarlo. O lo que es peor: reenviarlo y decir algo así como: ¿lo habéis recibido? ¿Podéis contestarme?… Claro que lo han recibido, ¡no seas pesado! Y a posteriori me refiero a preguntar constantemente qué pasa con tu candidatura, hacer comentarios, llamar… En fin.
2. O por el contrario, sin ningún tipo de interés
Te mandan ellos un email y no contestas hasta dos días después. O te llaman y no lo coges continuamente. O no devuelves las llamadas. O te citan a una hora y apareces media más tarde. Todas esas cosas te han descartado de forma automática.
3. Parecer desesperados (aunque lo estemos)
Cuando estamos buscando trabajo es normal sentirnos desesperados, ansiosos e incluso estresados y deprimidos. Pero eso no es lo que debemos mostrar de cara a la empresa. Debemos mostrarnos como personas positivas, activas, apasionadas, capaces… Olvídate de decir algo así como: “por favor llamadme”, “necesito este trabajo” etc.
4. Mentir
Hay quién no le da demasiada importancia a mentir con tal de conseguir un trabajo. Craso error. Antes o después, créeme, te van a pillar. Y probablemente sea durante el propio proceso de contratación. Cada vez las empresas son más exigentes en ese período y hacen pruebas prácticas de muchas de las cosas que tendrás que hacer en el trabajo. Evita mentir o quedarás fatal.