1. Vida íntima
¿Es necesario que cuentes cosas de tu vida más íntima? Puedes hablar a grandes rasgos de ti, de tu vida personal: si estás casado, si tienes hijos, en qué zona de la ciudad vives… pero meterte a contar intimidades no es lo más adecuado. Recuerda que estás en el networking por motivos de trabajo, así que evita hablar de temas que no tengan que ver con eso.
2. Política
Si eres un amante del tema político, estupendo. Puedes charlar sobre ello con tu familia, amigos o entorno más cercano. Pero mejor déjalo de lado (y más en los tiempos que corren) en un networking. Nunca sabes con quién estás hablando y puede que tu opinión (o la suya) le ponga, por desgracia, barreras a lo que podría ser una buena relación comercial o empresarial. No estás en el Congreso, así que ya sabes.
3. Religión
Igual que sucede con la política es mejor que dejes temas religiosos a un lado. Puede que tú practiques una religión y te parezca que la persona que tienes enfrente también lo hace… pero puede que no. Evita hablar en general de éste tema, pero sobre todo, no se te ocurra decir nada hiriente ni ofensivo de cualquier creencia (algo que debería ser así siempre). Lo mejor es mostrarse abierto y tolerante.
4. Conversaciones con palabras de mal gusto
Si en tu vida personal eres un poco “bruto” o malhablado, es mejor que dejes esta faceta más de “estar por casa” para eso, para tu casa. Debes comportarte, por mucha confianza que te genere el entorno, como una persona educada, respetuosa, cercana, agradable… evita los insultos y palabras malsonantes.
5. Hablar mal de tu empresa o personas que trabajan en ella
Por mucho que nos guste nuestro trabajo, quién más y quién menos tiene un día malo o alguien con quién no se lleva del todo bien… Bueno, no es el momento de desahogarte con desconocidos. Al final, aunque tú tengas razón, hablará muy mal de ti que critiques a las espaldas a personas que trabajan contigo o a tu empresa.