Bueno: no hay nada mejor que asumir riesgos. Es necesario y beneficioso para nuestra vida porque sentimos más que nunca eso, que estamos vivos. Es un “chute” de adrenalina y energía que no puede compararse a nada. Esa incertidumbre e ilusión de saber qué pasará son maravillosas.
Bonito: ¿Qué hay más bonito que arriesgar y ver todo lo que viene con ello? Nuevas experiencias, sensaciones, explorar nuevos terrenos… Asumir riesgos puede ser de las cosas más bonitas que te brinda la vida. Si nos mantenemos estáticos en el tiempo podemos estar perdiendo buenísimas oportunidades y sensaciones.
Barato: Hay muchos riesgos (sobre todo en nuestra vida personal) que no nos cuestan nada. No tenemos que invertir, no tenemos que pagar, no perdemos nada. Sólo ganamos la experiencia de haberlo intentado. ¿Hay algo mejor que eso? ¡Y a coste cero!